Organizaciones ecologistas cifran ya en 8.000 kilos los peces muertos recogidos en el mar Menor
WWF y Anse alertan de que algunas zonas son ya una ‘sopa verde’, donde está comenzando a morir la vegetación
Las organizaciones ecologistas WWF y Anse cifran ya en más de 8.000 kilos los peces y crustáceos muertos en las orillas del mar Menor desde que comenzara la crisis en el ecosistema. Constituye el episodio de mortalidad más grave de la historia de la laguna salada, por encima del acaecido tras las fuertes lluvias de 2019, que se saldaron con más de tres toneladas de biomasa arrojadas a las playas de la albufera.
Según las dos ONG, una inmersión realizada el jueves en varios puntos de la laguna demuestra el mal estado en el que sigue el mar Menor, convertido en una ‘sopa verde’ y donde está comenzando a morir la vegetación . Por ello, piden al Gobierno de Murcia que «sancione, elimine y restaure las más de 8.500 hectáreas de cultivos de regadío intensivo e ilegal del Campo de Cartagena», desde donde se contribuye a la contaminación por nitratos y fosfatos del agua.
Precisamente ayer viernes, el Gobierno de Murcia aprobó un decreto por el que veta el uso de fertilizantes nitrogenados inorgánicos en los primeros 1.500 metros de terreno frente a la albufera, reduce los plazos administrativos en los expedientes por regadío ilegal y se prohíbe la entrada de agua cargada con nutrientes desde las ramblas.
«Estamos en un momento muy delicado, se prevén días de calma con ese aumento de temperaturas registradas este verano y se podría desatar un episodio como el que se vivía estas últimas semanas», aseguró hace unos días Antonio Luengo, el consejero murciano de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente.
Aunque el Gobierno autonómico y el Ministerio para la Transición Ecológica rebajaron el miércoles la crispación política por el reparto de competencias frente a la crisis ambiental de la albufera, acordando reunirse cada seis meses, las discrepancias también fueron patentes. La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, por su parte, rechazó el Plan de Vertido Cero, vigente desde el Ejecutivo de Mariano Rajoy, al que calificó de «desfasado». La ministra quiere un enfoque «más amplio». Estudiará la posibilidad de crear un «cinturón verde» alrededor del mar Menor que sirva de «filtro» a los nitratos que llegan desde tierra. Para ello, dijo, se ensayarán diferentes fórmulas, entre las que se encuentra la posibilidad de que el Estado compre los terrenos o se compense a los propietarios que reorienten sus cultivos en esta zona. El Ministerio también estudiará incluir el entorno en un catálogo de hábitats en peligro de extinción, amparado en la Ley de Patrimonio Medioambiental de 2007, que permitiría contar con más protocolos