Santiago Martín
El orden estalinista
A casi todos les preocupan las amenazas de Podemos a la prensa, pero nadie se alarma cuando la amenazada es la libertad religiosa
La denuncia por amenazas hecha por varios periodistas contra Podemos ha hecho saltar las alarmas y ha sembrado aún más dudas sobre el carácter democrático de ese partido . La libertad de prensa es uno de los pilares en que se basa la democracia. Pero no es el único. Otro, igualmente esencial, es la libertad religiosa. Por eso sorprende que haya pasado desapercibida la petición para recortar esta libertad hecha por el diputado y juez en excedencia Juan Pedro Yllanes . El 3 de marzo, en «Las mañanas de cuatro», decía: «Tenemos un serio problema. Dentro del Código Penal hay un delito, la ofensa a los sentimientos religiosos , que es un delito que tiene que desaparecer urgentemente». ¿Si con ese «serio problema», según Yllanes, nos ofenden como está sucediendo cada vez con más frecuencia, qué sería si no existiera ese artículo en el Código Penal?
La perspectiva de lo que puede sucederle a la libertad religiosa es aún más inquietante si tenemos en cuenta que Yllanes representa posiblemente lo mejor que hay en Podemos . Él mismo fue víctima de amenazas por parte de un compañero de partido, como denunció en su muro de Facebook. Refiriéndose a Monedero dijo: «Ha dicho que hasta febrero puedo decir cosas que le molestan , pero que, cuando todo vuelva al orden estalinista, tenga ojito con lo que digo». Después suprimió «estalinista» y terminó aceptando las disculpas que el otro le ofreció. Y ya sabemos quién ganó en el congreso de Vistalegre.
A casi todos les preocupan las amenazas a la prensa, pero nadie se alarma cuando la amenazada es la libertad religiosa, que es tan importante como la otra. Ni la sociedad en general ni los católicos en particular parecen darse cuenta de lo que puede suceder si Podemos llega al poder en coalición con los socialistas. Me siento tan mal con un PP salpicado por la corrupción y lleno de Cifuentes, que puedo pensar que cualquier cosa es mejor que ellos. Lo mismo que en Estados Unidos ha sido una tragedia tener que elegir entre Trump y Clinton, aquí lo será tener que elegir entre dos coaliciones, una mala y otra peor. A pesar de todo, ya quisiera que en la mala estuviera un Trump que defiende la vida y la familia.
