Ocho parapléjicos logran caminar tras un año de entrenamiento

Un sistema de realidad virtual y un exoesqueleto mejoran el movimiento y las sensaciones

Un paciente utiliza el exoesqueleto que puede ser manejado por el cerebro Shawn Rooo/Duke Health

JOSEFINA G. STEGMANN

Parece ciencia ficción. Pero no lo es. Ocho pacientes con parálisis total, algunos incluso años después de ser diagnosticados, han conseguido recuperar movimiento, sensaciones y mejorar funciones del intestino así como mayor control de la vejiga gracias a una interfaz cerebro-ordenador . Estos resultados han permitido a muchos pacientes pasar del diagnóstico de la parálisis total a la parcial.

La interfaz funciona de la siguiente manera: conecta el cerebro con un dispositivo artificial por lo que, cuando una persona piensa en algo, su actividad cerebral es «traducida» a comandos digitales que el robot puede entender y que le hacen actuar en función de la orden cerebral de la persona. En este caso, el paciente tiene que imaginar el movimiento para que este se produzca.

El exoesqueleto diseñado por el equipo de «Walk Again» Shawn Rooo/Duke Health

Esta tecnología funciona con realidad virtual y diferentes dispositivos robóticos, entre ellos, un exoesqueleto , «el primero que puede ser controlado directamente por el paciente y el primero que le permite tener sensaciones táctiles. Así, por ejemplo, pueden sentir la diferencia que produce caminar sobre la arena a hacerlo sobre el césped o el asfalto», explica a ABC, Miguel Nicolelis , neurocientífico de la Universidad de Duke y líder del proyecto « Walk Again », que es con el que precisamente han conseguido estos asombrosos resultados y que se han publicado en « Scientific Reports ».

« Walk Again » empezó en 2013 y en este proyecto trabajan 100 científicos de 25 países del mundo. Fueron noticia durante el Mundial de Fútbol de Brasil en 2014 cuando Julian Pinto , un joven parapléjico, hizo el saque de honor en San Pablo utilizando un exoesqueleto controlado por su cerebro.

La clave, el entrenamiento

La clave de estos hallazgos, explica Nicolelis, es el entrenamiento. Este permite « despertar » algunos nervios espinales que se mantienen intactos después de que los pacientes sean diagnosticados con una parálisis total, como desmuestran estudios previos.

«Estos nervios están "dormidos" durante años porque no hay señales desde la corteza cerebral a los músculos. Con el paso del tiempo, el entrenamiento con la interfaz "reaviva" estos nervios . Se trata de un pequeño número de fibras, pero que son suficientes para transmitir señales desde el área cortical del cerebro a la médula espinal».

Pero todavía queda mucho por avanzar en la mejora de la vida de las personas con parálisis. «Los resultados se han obtenido durante un entrenamiento de una hora, dos veces por semana, un total de 12 meses. Pero el entrentamiento continúa hasta llegar a los 28 meses y en este segundo periodo la mejora clínica se duplica, como también lo hace el número de músculos que se controlan», adelanta Nicolelis.

«El entrenamiento está creando cambios en el cerebro de los pacientes », añade el neurocientífico. De hecho, gracias a la tecnología táctil que permite dar la ilusión a los pacientes de que están moviendo las piernas solos sin ayuda de dispositivos, se abre la puerta a la hipótesis de que no solo se consigue mayor plasticidad a nivel cortical, sino también espinal».

Un paciente del ensayo clínico utiliza un sistema de realidad virtual Shawn Rooo/Duke Health
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