Ocho apellidos... ¿chinos?: cómo se regula el uso del sobrenombre en el mundo
Italia da la vuelta a su legislación con una sentencia histórica, que saca al país del dominio del apellido paterno. ¿Cómo se hace en otros países? ¿Y en España?
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España: los padres pueden decidir el orden
Tras la sentencia histórica del Tribunal Constitucional en Italia que va a cambiar para siempre el derecho de familia en este país, y que permite que los hijos puedan llevar el apellido materno en primer lugar, la ley del Registro Civil vigente en España acabó ya hace años con la prevalencia de los apellidos del hombre sobre los de la mujer. Hoy los padres pueden elegir el orden de los apellidos en el momento de solicitar la inscripción de nacimiento del recién nacido, de modo que pueda figurar como primero el de la madre siempre que exista común acuerdo. Aunque el proyecto de ley (2010) establecía que en caso de desacuerdo los apellidos del bebé se decidirían por orden alfabético, finalmente la norma especifica que si no hay acuerdo explícito para que vaya el de la madre primero, es el del padre el que manda, (artículo 54 de la citada ley), informa Nati Villanueva.
El apellido más común en España, según el Instituto Nacional de Estadística, es García.
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Escandinavia: apellidos toponímicos y patronímicos
Los apellidos más corrientes son los de origen patronímico, con el sufijo –sen en Noruega y Dinamarca y el sufijo –son en Suecia. En Finlandia, sin embargo, los apellidos son de origen toponímico, con el sufijo –nen, que indica el lugar de donde proviene la familia, informa desde Copenhague Carmen Calvo.
Noruega
Hansen, Johansen y Olsen son los apellidos más comunes en Noruega. Lo habitual es que las mujeres tomen el apellido del marido al casarse y dejen su apellido de soltera entre su nombre de pila y el apellido del marido, aunque un 20 por ciento de las mujeres casadas opta por no tomar el apellido de su cónyuge. Cuando la pareja tiene un hijo debe comunicar al registro civil si el bebé toma el apellido de la madre o el del padre y, en caso de que no lo notifiquen en un plazo de seis meses, recibe automáticamente el apellido de la madre.
Suecia
Andersson, Johansson y Karlsson son los apellidos más habituales. No hay ninguna ley que obligue a la mujer a adoptar el apellido del marido, aunque lo habitual es que sí lo tomen, pero también pude suceder que el marido decida tomar el apellido de la mujer, o que cada uno conserve el suyo. Cuando la pareja tiene un hijo, debe comunicar al registro civil si el pequeño tomará el apellido de la madre o el del padre, aunque si no lo comunican a las autoridades en un plazo de tres meses, se le dará el apellido de la madre.
Dinamarca
Jensen, Nielsen y Hansen son los tres apellidos más frecuentes. Muchas mujeres conservan su apellido de soltera y lo unen al del marido con un guión. Si la pareja ha optado por tener el mismo apellido, el bebé tomará ese apellido al nacer. En caso de que los padres hayan conservado su apellido de solteros, deberán escoger el apellido que lleva el niño y pueden dejar el apellido del otro progenitor como «middle name». El «middle name» que algunas mujeres danesas tienen entre su nombre y el apellido de casadas es una línea genealógica que desciende de la madre.
Finlandia
Casi un tercio de los apellidos acaban en –nen y los más populares son Korhonen, Vitanen y Makinen. Como particularidad de este país se puede explicar que algunas parejas deciden escoger un apellido nuevo cuando se casan, aunque la mayoría de las mujeres adoptan el del marido y guardan el suyo como «middle name». Pueden optar por dar al niño el apellido de la madre o del padre y, además, hay la opción de cambiarse de apellido a partir de los dieciocho años.
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De oficio, el apellido del padre en Francia
En Francia, madres e hijos llevan de oficio el apellido del padre.
El apellido materno desaparece o menos que la señora decida guardarlo y añadirlo al apellido del marido, informa Juan Pedro Quiñonero.
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Apellido materno en Alemania y, cuando se casa, el del marido
Tradicionalmente cuando una mujer se casa en Alemania, cambia su apellido por el del marido. Actualmente, la ley permite también mantener el apellido de soltera o que el marido tome el apellido de la mujer. También está permitido hacer una mezcla entre los dos apellidos unidos por un guión. Pero la estadística muestra que el 80% de las mujeres adquiere el apellido del marido, el 15% cambia el apellido pero manteniendo el suyo propio detrás del guion y el 5% restante mantiene su apellido de soltera. Angela Merkel , por ejemplo, conserva el apellido de su primer marido a pesar de haberse casado por segunda vez.
Estos cambios aparecen reflejados en el carné de identidad alemán bajo los epígrafes: «Nombre», «Apellido» y «Apellido de nacimiento». Normalmente, después de la boda, no solamente hay que cambiar el carnet de identidad, sino a menudo también el email, el Twitter, las páginas web, todos los papeles oficiales, las tarjetas de débito y de crédito, la tarjeta de la seguridad social, el censo electoral y el marcador del timbre de la puerta, informa Rosalía Sánchez.
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Portugal: el primer apellido, el materno y, segundo, el paterno
El apellido más común en Portugal es Silva, presente en un 10% de la población al otro lado de la frontera. Le siguen Santos, Ferreira, Pereira, Oliveira, Costa, Rodrigues y Martins, informa desde Lisboa el corresponsal de ABC Francisco Chacón .
Silva y Santos aparecen también como los de mayor frecuencia en el país más grande de habla portuguesa, Brasil, donde Sousa figura en tercer lugar.
El primer apellido que se pone en los países de lengua portuguesa es el materno y después el paterno . Pero se trata de una mera cuestión formal, pues siempre se requiere en primer lugar el apellidp paterno en los documentos oficiales, para darse de alta en cualquier compañía o abrir una cuenta en un banco.
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Supremacía del paterno en Grecia
En Grecia se sigue otorgando automáticamente el apellido paterno pero se permite utilizar el materno siempre que se haya declarado a la hora de registrar el matrimonio, informa Begoña Castiella, corresponsal en Atenas.
El apellido paterno sigue siendo el otorgado automáticamente con el nacimiento de un hijo o una hija en Grecia. En este país, como en Chipre, se utiliza acompañado del nombre propio del padre: por ejemplo en el caso de un niño al que se llamará nlexandros, cuyo padre se llama Filipos Papadopulos , el niño pasará a llamarse Alexandros Papadopulos de Filipos. El segundo apellido de cualquier persona no se utiliza nunca y figura únicamente el nombre y apellido del padre y de la madre en el DNI griego, donde se inscribe obligatoriamente.
En el caso de que los padres quieran por alguna razón, generalmente sentimental, el que el niño o niña tenga únicamente el apellido de la madre no hay problema a la hora de declarar su nacimiento en el Registro Civil desde hace varios años, siempre que ya lo hayan especificado los padres a la hora de casarse o de firmar una declaración de convivencia. En el momento de efectuar la inscripción de matrimonio (civil o religioso) o la declaración de convivencia en la oficina del registro civil, se puede especificar si se quiere el apellido que llevarán los futuros hijos si no se quiere el paterno: puede ser el de la madre o en algunos casos los apellidos de ambos padres juntos como si se tratara de un solo apellido. Al tener descendencia, se lleva el certificado de matrimonio donde se encuentra esta anotación al registro y se efectúa la inscripción sin problemas.
Y el apellido mas común en Grecia es el de Papadopoulos (pronunciado Papadópulos), que quiere decir literalmente el hijo del sacerdote. Porque no hay que olvidar que en Grecia, país de religión cristiano-ortodoxa, los sacerdotes pueden formar familia (casándose antes de haber sido ordenados sacerdotes sacerdotes) siempre que no quieran hacer carrera religiosa: para eso deben seguir solteros.
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Myanmar, sin nombres heredados
La ausencia de apellidos (tanto maternos como paternos) es una de las mayores curiosidades de la semiología en Myanmar (Birmania). Y una confusión mayúscula para los no habituados. Por ejemplo, los hijos de una mujer quizá llamada May Phio Lwin y su marido Than Htee San pueden no compartir ni uno solo de los apelativos de sus progenitores. De igual modo, la elección del nombre (o nombres) se basa en el día de la semana del alumbramiento del niño. Éste es el caso de nacimientos en día jueves, donde corresponden nombres con letras iniciales P, B ó M.
A esto se unen tratamientos habituales como «Ko» («hermano mayor») o «Ma» (hermana) unidos al nombre de forma casi inseparable, aunque no haya relación de parentesco entre los interlocutores, informa Eduardo S. Molano , corresponsal en Rangún.
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China, Li: el apellido, del padre, antes que el nombre de pila
En China, donde se escribe el apellido antes que el nombre de pila, también es el padre quien manda. Al tratarse de una milenaria sociedad patrilineal, los apellidos pasan de padre a hijo sin que el de la madre aparezca siquiera en la descendencia. Antes, las mujeres debían cambiar su apellido por el de su marido al casarse. Aunque ya no lo hacen, su prole solo heredará el apellido del padre. Por ejemplo, en el caso del presidente de China, Xi Jinping, Xi es el apellido y Jinping el nombre de pila , un orden inverso al occidental que suele provocar numerosos errores, sobre todo en la Prensa internacional.
Con más de 1.350 millones de habitantes, China es el país más poblado del planeta, pero el 85 por ciento de la población comparte apenas un centenar de apellidos. Los más comunes son Li, Wang y Zhang, que llevan más de 300 millones de personas y han provocado una de las expresiones más divertidas del mandarín. «Tres Zhang y cuatro Li» (Zhang san Li si) dicen los chinos cuando quieren referirse a «un cualquiera», informa el corresponsal en Pekín Pablo M. Díez.
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Al casarse, las británicas pierden su apellido de cuna
Tradicionalmente las mujeres al casarse perdían su apellido de cuna y de solteras y adoptaban el de su marido. Hoy esa norma continúa siendo común. Theresa May, por ejemplo, nació como Theresa Brasier y el May lo tomó de su marido Philip. Los hijos llevan el nombre del padre y lo usual es emplear solo un apellido, informa desde Londres el corresponsal de ABC Luis Ventoso.
Sin embargo, algunas mujeres deciden mantener el apellido de solteras tras casarse. A veces lo hacen porque ya tienen una trayectoria profesional pública bajo ese apellido, o para evitar la burocracia del cambio. Otras por motivos de igualdad entre sexos, o simplemente porque les gusta más su apellido que el de sus maridos. En algunos casos la decisión atiende al deseo de conservar apellidos que adoptando el del cónyuge desaparecerían.
El más común en el Reino Unido es, por supuesto, Smith. Le sigue Jones y el tercero es Williams.