La OCDE sugiere crear una asignatura de Finanzas y crear una «cultura del ahorro» entre los jóvenes
Por su parte, el presidente del BBVA, Francisco González, ha llamado a «sumar esfuerzos y, entre todos, avanzar en una cuestión tan relevante para el bienestar de las personas» como es la educación financiera a raíz de los bajos resultados de España en el informe PISA 2015
Si a un alumno español de 15 años le piden que argumente en términos de calidad/precio si es mejor comprar una caja de tomates o adquirirlos a granel no sabrá qué decir. Tampoco si le piden que interprete una factura, aunque sepa para qué sirve. Según el informe PISA 2015 sobre competencias financieras presentado ayer un 25% de los estudiantes de nuestro país ni siquiera alcanza el nivel básico de conocimientos en esta área. «Como mucho, saben identificar productos y términos financieros comunes y tomar decisiones sencillas sobre gastos diarios en contextos que han experimentado personalmente». Y hasta ahí llegamos.
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Este resultado deja a España con una puntuación media de 469 puntos (15 por debajo de 2012) y con una diferencia de 20 respecto al conjunto de países de la OCDE (489). En el ranking quedamos rezagados en el puesto 10 de un total de 15 países evaluados. Solo superamos a Lituania, Eslovaquia, Chile, Perú y Brasil. Los primeros puestos son para la ciudad china de Shangái y las provincias y municipios de Beijing, Jiangsu y Guangdong, seguida de Flandes, y las provincias canadienses en el tercer puesto.
Lengua y Matemáticas
Aunque, a priori, los conocimientos financieros parecen prescindibles, el informe recuerda que los alumnos con más conocimientos en esta área se desempeñan también mejor en otras. «Los datos de España son preocupantes pero no sorprenden. Las competencias financieras están ligadas a las generales y en los resultados que España tuvo en Matemáticas, Lectura o Ciencias en el último informe PISA explican, en parte, lo que vemos ahora», lamenta Juan Yermo , subdirector del gabinete del secretario general de la OCDE. Concretamente, «más del 60% del resultado en competencia financiera explica cómo le va a España en la educación en general».
PISA usa cinco niveles para categorizar a los alumnos . Un 25 por ciento de alumnos españoles ni siquiera alcanza el nivel 2 (considerado el básico) y solo un 6 por ciento alcanza el máximo nivel, que es el 5. El problema es que, otra vez, si nos comparamos con la media de la OCDE (12) quedamos seis puntos por debajo. «Los alumnos del nivel 5 son capaces de analizar productos financieros complejos y de responder correctamente a preguntas del tipo: ¿qué haría si recibe un correo electrónico con información bancaria fraudulenta?», señala el informe.
«Cultura del ahorro»
PISA también indaga en el estatus social. En el caso español, los que pertenecen a niveles socioeconómicos más altos (79 %) tienen más conocimiento que los que están en niveles más bajos. El estudio también dedica un importante papel a la comunicación sobre temas financieros entre padres e hijos.
«Los padres pueden ayudar a sus hijos a adquirir y desarrollar valores, actitudes, normas y comportamientos que contribuyan a una viabilidad financiera independiente». Yermo explica que no se trata solo de saber conceptos como «bruto», «neto» o interpretar un extracto bancario , sino de crear una «cultura financiera» en los jóvenes: «Tiene que crearse una actitud hacia el ahorro, el valor futuro y presente». Aparte de los padres, apuesta por crear asignaturas sobre esta área en las escuelas.
«Cuanto antes se empiece, mejor. Estamos en un mundo en el que se está individualizando el ahorro, el endeudamiento y la protección social. El ejemplo de las pensiones es obvio . Hay países donde se recortaron las jubilaciones y las compensaron con aumentos en el ahorro privado. Los jóvenes necesitarán más información financiera que sus padres», concluye Yermo.