Los obispos proponen a los novios un itinerario para evitar que el matrimonio fracase
El programa que tiene una duración de dos años pretende ayudar a los novios a descubrir que «el matrimonio es algo más que organizar una boda»
Conscientes de que las separaciones y los divorcios son «la nueva epidemia del siglo XXI», el presidente de la Subcomisión de Familia y Vida de la Conferencia Episcopal Española (CEE), monseñor Mario Iceta, presentó este jueves un itinerario de formación para los novios. La iniciativa surgió de un grupo de matrimonios católicos, después de tomar conciencia de que las 20 horas de los cursillos prematrimoniales no son suficientes, ya que «a los 5 años, se han roto el 40 por ciento de los matrimonios» , indicó este jueves el también obispo de Bilbao.
Acompañado por dos de los doce matrimonios que han colaborado en la elaboración de este programa, monseñor Iceta explicó este jueves que el objetivo de esta propuesta de formación es que los jóvenes «descubran si tienen realmente vocación al matrimonio y si la persona elegida es la adecuada». A diferencia del cursillo matrimonial, que es obligatorio y se realiza cuando ya se ha tomado la decisión de casarse, este itinerario de acompañamiento a lo largo de dos años es «completamente opcional».
«Cuando compramos un robot de cocina recibimos más formación que para casarte. Por eso hemos decidido elaborar este material con la idea de poder ayudar a los novios a que se conozcan mejor y ofrecerles una formación integral porque el matrimonio es algo más que planficar una boda. Estás planificando una vida», aseguraron Francisco Albalá y Toñi Caro, una de las parejas que han participado en la elaboración de este material, que lleva por título «Juntos en camino, +Q2».
Pansexualidad y violencia
El curso –que ya está disponible de forma gratuita en la página web de la Conferencia Episcopal Española para los formadores y grupos de novios de las parroquias– está dividido en 12 temas. Entre las cuestiones que se abordan figuran cuestiones como la fidelidad, la sexualidad, la espiritualidad o la resolución de conflictos. «El itinerario tiene presente la realidad que vivimos hoy por eso se plantean cuestiones como la pansexualidad, la pornografía o la violencia de género. El amor es absolutamente contrario a esta violencia execrable», indicó monseñor Iceta.
La idea es que los novios aborden en 32 sesiones a lo largo de dos años «los temas fundamentales que les ayuden a llevar adelante todo un proceso de discernimiento sobre la vocación al matrimonio y a que descubran si están dispuestos a construir y participar en ese proyecto», indicó el obispo, quien también insistió en que si después de todo este proceso la persona «no está madura para dar el paso no debería contraer matrimonio».
Por eso todo el programa está pensado para que los novios sean los protagonistas. «Queremos provocar la comunicación y el diálogo entre ellos. Lo más importante son las vivencias que traen los novios durante todo el recorrido», aseguró Toñi.
Formación vital
La metología es el de trabajo grupal en las parroquias a lo largo de 32 sesiones quincenales en las que –con la guía de un matrimonio– los novios puedan profundizar sobre lo que significa el amor y cómo llevar a cabo un proyecto de vida compartido.
«Es una propuesta necesaria pero el itinerario no es obligatorio. Hacer un cursillo para casarse no es un elemento administrativo que pide la Iglesia, la formación es una necesidad vital. Una formación matrimonial no se puede hacer en 20 horas. Para ser sacerdote hacen falta siete años de seminario y para ser esposo, esposa, padre y madre, ¿20 horas? Prepararse para lo que va a ser una decisión vital es fundamental», aseveró.
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