El obispo de Cartagena pide «perdón» por vacunarse cuando no le correspondía
El presidente del patronato de la residencia de ancianos explica que invitó al obispo a recibir la vacuna porque visita «con asiduidad» a los residentes
El obispo de Cartagena, monseñor José Manuel Lorca Planes, pidió este miércoles «perdón» por haberse vacunado cuando aún no le correspondía en la residencia de ancianos Hogar de Betania en Murcia. «Ruego acepten mis disculpas. Estoy verdaderamente dolido por dentro y lamento esta situación» , aseguró el prelado en una nota en la que informa haber comunicado «la incidencia a los organismos competentes».
Monseñor Lorca Planes de 71 años de edad recibió la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19 el pasado 19 de enero, junto a otros cuatro miembros de la diócesis . Dos estaban vinculados a la residencia de ancianos: el capellán Tomás Cascales, y José Sánchez, miembro del patronato «que realiza tareas en el centro desde 2019».
Las otras dos personas fueron el padre Maximiliano Caballero, secretario del obispo y Francisco Gil Hellín, arzobispo emérito de Burgos, de 8o años de edad. En la nota, el obispo explicó este miércoles que su secretario recibió el pinchazo porque «es capellán de unas religiosas que regentan un centro de día para atención de personas mayores y tenía que vacunarse para proteger a estas personas».
Visita a los residentes
La idea de inmunizarse frente al virus no surgió del obispo. Fue el patronato de la residencia Hogar de Betania quien propuso la idea al prelado. Su presidente, Joaquín Martínez, explicó este miércoles que invitaron a monseñor Lorca Planes a vacunarse «como máximo responsable de la residencia y debido a que «frecuenta con asiduidad sus instalaciones para celebrar la misa y estar cercano a los residentes».
El obispo auxiliar de la diócesis, Sebastián Chico Martínez, también estaba incialmente incluido en el listado, pero desistió porque «no tenía ninguna vinculación con la residencia». «En un principo se le envió un formulario, pero no se llevó a cabo la vacunación» , explicó Joaquín Martínez.
Monseñor Lorca Planes asegura que «dudó» cuando recibió la invitación del patronato, con la que al parecer «se pretendía de alguna manera animar a la gente y que dieran el paso para aceptar la vacuna». «Con todo este tema en la cabeza, acepté ir a vacunarme cuando se me propuso. En aquel momento no supe calcular las consecuencias y está claro que, de saberlas, no lo habría hecho», afirma.
El presidente del patronato explica que tanto el prelado como el resto de sacerdotes figuraban en el listado de vacunación como «capellanes» debido a que «el programa de inserción de datos no permite otra catalogación, como pudiera ser la de asistencia religiosa o espiritual».
Si bien en un principio el obispo aseguró que no se pondría la segunda dosis de la vacuna, en la nota publicada este miércoles da un paso atrás. «Me han recomendado que lo haga, porque se perdería la primera y el daño sería más complicado. Así que cuando me corresponda y se me diga, probablemente lo haré», afirma.
Monseñor Lorca Planes no es el primer obispo que se salta el orden de prioridad marcado por el Ministerio de Sanidad para la vacunación. Monseñor Jesús Murgi, de Orihuela-Alicante; Sebastià Taltavull, de Mallorca; Bernardo Álvarez, de Tenerife o Demetrio Fernández de Córdoba también están inmunizados.
La mayoría de estos prelados viven o comparten los servicios comunes de casas sacerdotales, donde residen presbíteros que ya están jubilados , como es el caso de Demetrio Fernández o Bernardo Álvarez. Monseñor Taltavull forma parte además de «la unidad sanitaria» del centro Sant Pere i San Bernat de Palma donde se vacunó, junto a los residentes y todo su personal el pasado 5 de enero, según explicó en su momento.