Nuevo récord de muertes diarias en Alemania

El 60% del total de fallecimientos desde el inicio de la pandemia se han registrado en la última semana

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Una señal que indica la obligatoriedad de llevar mascarilla, ayer, en Alemania EFE

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Con el dato de 1.244 víctimas mortales del coronavirus en las últimas 24 horas, notificado por el Instituto Robert Koch, Alemania bate nuevo récord de muertes diarias, con un total ya de 43.881 fallecidos desde el principio de la pandemia . La incidencia de casos por cada 100.000 habitantes en siete días es de 151,2. A partir de una incidencia de 200 entra en vigor la prohibición de moverse a más de 15 kilómetros de la localidad de residencia. El sistema sanitario aguanta, con todavía el 30% de las camas libres, aunque el puntos negros de infecciones del mapa alemán llega ya a nivel de colapso y se derivan pacientes a otros centros sanitarios. Han recibido la vacuna 758.093 personas, el 0,91% de la población o, lo que es lo mismo, 9,1 individuos por cada 100.000 habitantes. Insuficiente.

El gobierno ya adelanta que el cierre total de gastronomía, ocio, deporte, cultura y comercio, excepto supermercados y farmacias, junto a los colegios , que Alemania mantiene desde noviembre, deberá prolongarse seguramente hasta Semana Santa. En esta situación, la canciller Merkel no quiere esperar a la siguiente reunión con los presidentes de los Bundeländer, prevista para el 25 de enero, y está solicitando una videoconferencia que se celebraría este próximo domingo, a más tardar el lunes. Sus asesores consideran que al menos la mitad de las nuevas infecciones las está causando la mutación británica del virus y que es necesario reajustrar las medidas a esta nueva amenaza.

El 60% del total de muertes desde el inicio de la pandemia en Alemania se han registrado en la última semana . El 89% de las actas de defunción se firman en las residencias de ancianos. Encabezan el trágico escalafón regiones rurales de Baviera, como Tirschenreuth, con 252 infecciones por cada 100.000 habitantes en siete días, el distrito sajón de Görlitz, con 214, y Meissen, con 168. «Desde mayo venimos diciendo que los hogares de ancianos deben estar mejor protegidos, que es necesario suministrar a las residencias diariamente test y mascarillas FFP2», se queja el vicepresidente del Partido Liberal (FDP), Wolfgang Kubicki, «¿cuántas vidas podrían haberse salvado si se hubiese escuchado esta crítica». Pero la obligación de mascarillas FFP2 se limita al uso del transporte público en Baviera , ni siquiera al resto del territorio alemán, mientras la canciller Merkel ha advertido que la mutación británica del virus multiplicará por diez las infecciones en las próximas semanas. Lo peor está por llegar.

Uno de los principales obstáculos que está encontrando la campaña de vacunación es el rechazo de buena parte de los miembros de los grupos de prioridad, que son ancianos, enfermos crónicos y personal médico y sanitario. En los hospitales de Berlín, por ejemplo, apenas la mitad del personal ha decidido vacunarse . El presidente de Baviera, Markus Söder, ha solicitado que el Consejo Ético alemán elabore un dictamen sobre la posibilidad de obligar a médicos y sanitarios a vacunarse. Su colega de partido, Kyriakos Mitsotakis, sugiere incentivos comunes en toda la Unión Europea, como el pase de vacunación que ha propuesto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, cuyos titulares podrían disfrutar de mayor libertad de movimientos que los no vacunados. El ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, no es sin embargo partidario de medidas de este tipo.

«Ni Alemania ni el resto de las democracias europeas son sistemas autoritarios de felicidad forzada», argumenta Christoph von Marschall, corresponsal diplomático de Tagesspiegel, que rechaza la obligación de vacunarse y señala la conveniencia de los incentivos, «sobre todo teniendo en cuenta que estar vacunado no significa que ya no contagias a los demás». Quienes rechazan la vacuna alegan, basándose en esto, que el principal motivo para vacunarse es económico , porque hasta que no haya inmunidad de grupo no retornará la economía al nivel de actividad prepandemia. La Oficina Federal de Estatística ha anunciado hoy que la economía almena se contrajo un 5% en 2020, una caída menor que en 2009, el año en que el PIB alemán encajó la anterior crisis financiera con una contracción del 5,7%.

Desde los Bundesländer, sin embargo, se apunta a la disponibilidad de vacunas como elemento clave de la campaña de vacunación. La presidenta regional de Mecklemburgo-Pomerania Occidenta, Manuela Schwesig, insiste en que «queremos asegurarnos de que todos puedan vacunarse si lo desean, pero hasta ahora no tenemos información confiable de que se disponga de suficientes vacunas para hacerlo posible». Solamente en la capital de su estado, Schwerin, serían necesarias 600 vacunas al día para cumplir con los plazos de vacunación , pero la cifra disponible es de 600 vacunas por semana.

El gobierno federal observa con preocupación, por su parte, la fuerte caída del home working. Si en marzo, al principio de la pandemia, más del 30% de los trabajadores se adaptaron rápidamente a trabajar en casa , esa tasa se ha reducido actualmente al 14%, a pesar de que la recomendación del gobierno está igualmente activa desde el 2 de noviembre.

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