Nuevo caso de prostitución de una menor tutelada en Mallorca

Una menor denuncia que un empresario mallorquín, con antecedentes penales, pagó 50 euros a ella y a su novia por mantener relaciones sexuales en un barco atracado frente a la catedral de Palma

Una menor denuncia que un empresario le pagó potrmantener relaciones sexuales De San Bernardo

Mayte Amorós

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Nuevo caso de prostitución de una menor tutelada por el Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS). Un empresario mallorquín está siendo investigado judicialmente por haber pagado supuestamente 50 euros a una menor de 17 años, cuya tutela depende del Consell de Mallorca, y su novia –que también está imputada- para tener relaciones sexuales con él en el barco que tenía atracado frente a la catedral de Palma.

Según el relato de la víctima ante la Policía Nacional, el hombre les pagó 50 euros y ella fue voluntariamente para no dejar sola a su pareja que no tenía dinero y había decidido prostituirse, según informa la prensa local. Sin embargo, la investigación considera que tanto el empresario como la novia de la menor de edad pueden ser culpables de un delito de explotación sexual infantil. Tanto el hombre, de 53 años, como la joven acusada , de 19, se negaron a declarar cuando fueron citados entre finales de agosto y principios septiembre por agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM).

Después de mantener relaciones sexuales en el camarote del barco un día entre semana del pasado mes de febrero, la menor acudió a una comisaría a denunciar los hechos acompañada de una educadora del centro de menores. La joven, que en ese momento tenía 17 años, identificó al empresario en una de las fotografías que le mostraron los investigadores y les explicó dónde estaba atracado el barco. Dos agentes acudieron poco después hasta la embarcación para identificar al dueño, que tiene varios antecedentes policiales.

La menor explicó a los agentes que su novia decidió prostituirse porque no tenía dinero y que ella intentó disuadirla. Como no lo consiguió, la acompañó hasta el barco para que no se quedase sola. El hombre, que no se sorprendió cuando vio a las dos jóvenes, les ofreció unas cervezas y luego mantuvieron relaciones sexuales en trío durante una media hora. Tras pagarles los 50 euros a repartir, la menor y su novia se marcharon. Un mes después, el hombre intentó de nuevo contactar con ellas para verse de nuevo, pero esta vez las jóvenes rechazaron la propuesta.

Aunque la menor insistió en que acudió «de forma voluntaria», los investigadores de la UFAM consideran que hay indicios suficientes de un supuesto delito de explotación sexual infantil porque, tal y como refleja el atestado citado por el Diario de Mallorca, la víctima «era menor de edad y, además, por sus características físicas, de estatura y complexión no cabe duda de que se trata tan solo de una niña». La magistrada del juzgado número 6 de Palma ya ha citado a los dos acusados por un presunto delito de prostitución de menores, penado entre dos y cinco años de cárcel.

Larga lista de casos

Este nuevo caso se une a una cada vez más larga lista de casos de violaciones y prostitución de menores tutelados por el IMAS. En la Navidad de 2019, una niña denunció una violación grupal en Palma y, poco después, el Consell de Mallorca reconoció que tenía al menos 16 casos registrados de violaciones a menores. El pasado verano, la Policía Nacional llevó a cabo una operación que culminó con la detención de 17 personas y la imputación de otras seis por los casos sucedidos durante los años 2018 y 2019, cuando al menos 13 jóvenes tuteladas fueron prostituidas . Mientras tanto, tanto el gobierno del Consell de Mallorca como el Govern balear –formado por PSOE, Unidas Podemos y los nacionalistas de Més- se han negado a realizar una comisión de investigación, tal y como reclama la oposición. La única comisión fue de corte político y llegó a la conclusión de que la culpa de los casos de prostitución era de la sociedad.

De hecho, el nuevo director de la Oficina Balear de la Infancia y la Adolescencia (OBIA), Josep Lluís Riera –que sustituye a Serafín Carballo, despedido por no querer vacunarse - reconoció ayer en varias entrevistas a la prensa local que seguirá habiendo fugas y explotación sexual infantil: «Fugas de menores en los centros hemos tenido y tendremos siempre», aseguró Riera, que consideró que los casos de violaciones y prostitución se les «ha ido de las manos por el ruido mediático». «No ayuda el ruido mediático que hay entorno a estos casos. Hace unos días una agente de la guardia civil decía en una entrevista que esto pasaba habitualmente. Eso no significa que lo tengamos que normalizar pero daban cifras de países muy superiores a las de aquí», explicó a Diario de Mallorca.

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