La nueva puerta de la Universidad de Navarra se abre en Madrid
El 4 de octubre se estrena el campus en un recinto funcional y una oferta de 9 másteres
Dicen los responsables de la Universidad de Navarra que, al inaugurar la nueva Clínica universitaria en los albores de la A-2 en Madrid, se abrió «una segunda puerta» de Pamplona en la capital. Eso ocurrió el noviembre pasado y menos de un año después se estrena el segundo campus de esta institución académica, pegado a la Clínica, en un espacio muy luminoso y funcional de más de 13.500 metros cuadrados con una capacidad para 600-700 estudiantes. El nuevo campus, plenamente operativo desde el próximo 4 de octubre, ofrece nueve títulos de posgrado oficiales, aunque la previsión del director, Ángel J. Gómez Montoro, es que crezcan a 15 másteres en tres años.
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Conseguir un título en los ámbitos de las ciencias jurídicas, económicas, la arquitectura, comunicación y moda, y salir con unas buenas prácticas laborales bajo el brazo es el desafío de esta Universidad, que logra orientar cada inscripción académica hacia el mundo real, el mercado de trabajo. De ahí el aterrizaje en la capital, donde el volumen de empresas y «la masa crítica» que estará en contacto con un abogado o un arquitecto noveles será mayor. Además, está el gran baluarte de esta institución : los «alumni», esos antiguos egresados de Pamplona cuya vida profesional está ya asentada en Madrid o alrededores y con los que será más fácil interactuar en este recinto.
Reparto disciplinar
Los cursos de posgrado orientados a la investigación se quedarán en la algo más orillada capital navarra, mientras los dirigidos al ejercicio profesional recalarán en la calle Marquesado de Santa Marta, número 4, de Madrid. En este lugar se levanta un edificio hecho y pensado para el estudiante, con el mayor pragmatismo en las aulas y la disposición de amplísimos espacios verdes. Precisamente de inmueble presumieron ayer tanto Gómez Montoro, como Teresa Sádaba, subdirectora del campus, que mostraron sus cinco plantas, distribuidas con 21 salas de trabajo y siete aulas de máster.
En un atrio conjunto se intercambiarán experiencias los alumnos de las distintas disciplinas, porque esa «transversalidad» es la que hace del campus de Navarra un espacio de oportunidades «y un escaparate» de lo que sucede en toda la institución y sus sedes, resaltó el director, quien también valoró como «elementos vitales de la reputación de una Universidad su transparencia y su rendición de cuentas». El profesor incidió en la importancia que tienen los estudios, aunque dejó un recado para navegantes: «Hay que huir de la titulitis».
Dentro del campus encuentra un rincón privilegiado la primera escuela de negocios de moda en España, la ISEM Fashion Business School, donde Sádaba, su directora, es la encargada de ilustrar a los estudiantes acerca de cómo la moda nace en un tejido para percutir en negocio rentable , que mueve el 3% del PIB anual en España. «Una moda que no vende no va a tener futuro. Eso les enseñamos», reivindicó Sádaba. Una analogía del horizonte esperanzador que espera, fuera, a los alumnos de este campus.