Una nube de humo proveniente de los incendios de Galicia y Portugal cubre Londres
La causante de este curioso fenómeno ha sido Ofelia, la tormenta que ha llegado este lunes a las costas irlandesas y ha dejado tres muertos como resultado de sus fuertes vientos
Los incendios que asolan estos días Galicia y Portugal han dejado una curiosa estampa en Londres y otros puntos de Reino Unido. Una nube de polvo y humo ha oscurecido el cielo de la capital británica y la ha sumido en un color rojizo durante buena parte de la tarde, dejando imágenes espectaculares como si de una película de ciencia ficción se tratase.
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Como ha confirmado la Agencia de Meteorología de Reino Unido, la causante ha sido Ofelia , la tormenta que ha llegado este lunes a las costas irlandesas, donde ha dejado tres fallecidos como consecuencia de sus fuertes vientos (más de 120 kilómetros por hora).
Antes huracán originado en las Azores, Ofelia ha arrastrado las partículas de arena provenientes de África y también de los incendios que se están sucediendo en España y Portugal, provocando lo que muchos meteorólogos ingleses consideran un fenómeno interesante que es el «resultado del movimiento del polvo que dispersa la luz azul del sol, dejando pasar más luz roja tanto como pasa al amanecer o al atardecer». Una especie de calima o niebla que no ha dejado indiferente a nadie cuando, alrededor de las tres de la tarde (hora británica), el cielo se tornaba de un color rojizo y las farolas y luces de las casas tenían que encenderse ante el oscurecimiento provocado por este fenómeno.
Ofelia ha traído estos últimos días, al mezclarse con un anticiclón situado en Europa, temperaturas inusuales en esta época del año en el sur de Inglaterra. Hasta los 23 grados se han podido disfrutar en Londres este fin de semana pasado. Las redes sociales se han llenado de fotos de personas que no daban crédito a la situación. Muchos recordaban incluso la niebla química que tuvo lugar en el año 1952 en la capital británica causada por la combustión de carbón que se utilizaba en calefacciones y fábricas y que ocasionó la muerte de más de 12.000 londinenses.