«No seré el primero ni el último en ser insultado, pero no hay que callar»
Un profesor de la UB, tachado de «fascista» en el claustro por ir contra el manifiesto a favor del ‘procés’
Enésimo episodio de falta de imparcialidad ideológica en las facultades catalanas . El catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Barcelona (UB), Ricardo García Manrique, ha denunciado en Facebook haber sido insultado en el último claustro de la institución, celebrado el pasado 20 de julio. Asegura que un profesor le llamó «fascista» y «colono» ante unas 180 personas -entre profesores, alumnos y personal administrativo- y, lo que considera peor, que tras ello el propio rector, que se limitó a reivindicar la libertad de expresión en lugar de pedir la retirada de los insultos.
Noticias relacionadas
La UB se limita a decir que en ningún caso hubo una alusión directa al profesor pero él, miembro de la plataforma Universitarios por la Convivencia, explica los hechos a ABC y cree que no hay duda del ataque hacia su persona.
-¿Cómo ocurrió todo?
-Durante el claustro el rector informó del estado del recurso judicial contra el manifiesto a favor del ‘procés’ . En los turnos de palabra, un profesor se lamentó de que incluso en el propio claustro hubiera fascistas y colonos que hubieran recurrido el manifiesto. Yo intervine para quejarme de que se me estaba insultando a mi, porque era el único presente que lo hizo. Él se reafirmó en sus calificativos y pedí al rector que le llamara al orden para exigirle que retirara unas palabras que son claramente ofensivas. Y el rector reivindicó la libertad de expresión en el claustro. Lo hizo dentro del respeto a la cortesía académica, pero no reconvino al profesor.
¿Es otro ejemplo de politización en las universidades catalanas?
-Sí, responde a la estrategia del nacionalismo de politizar todo tipo de instituciones y aglutinarlas para su causa . Lo hemos visto con los lazos, con las pancartas de Quim Torra, con la Cámara de Comercio, los colegios profesionales… Desde Universitarios por la Convivencia, creemos que los profesores y alumnos tienen derecho a expresarse políticamente y que los temas políticos se tienen que discutir en la universidad. Mi materia, por ejemplo, tiene una dimensión política evidente. Lo que no nos parece bien es que el claustro, rector o consejo de gobierno asuma una posición política porque no le corresponde .
¿El 'procés' ha acentuado esta falta de neutralidad en las aulas?
-Una cosa es lo que ocurre en las clases, donde los profesores se expresan en ejercicio de su libertad de cátedra . Yo también doy mi opinión, porque los alumnos se tienen que educar también en el espíritu crítico y en la habilidad para rebatir ideas contrarias a las suyas. Otra cosa, lo que nosotros denunciamos, es que la universidad como institución asuma una tesis política que de manera indirecta coarta a los profesores . Los que no tienen una plaza fija pueden verse inducidos a autocensurarse o expresarse en una determinada dirección. Con el ‘procés’ la politización ha alcanzado su punto álgido. Confío en que los próximos años la cosa se tranquilice.
-¿Has emitido algún tipo de queja más allá de la publicación en redes?
-Yo pedí amparo al rector y entiendo que no me lo dio. Quizás algún día me dirija a él personalmente con una carta, pero de momento solo he querido hacerlo público .
-¿Habías vivido alguna situación similar en el claustro?
-De esta manera no. En otras ocasiones he dejado clara mi opinión y, aunque probablemente no haya sido compartida por la mayoría, siempre se me ha respetado. Entiendo que es un episodio aislado, pero que para que no vaya a más y se convierta en la norma había que denunciarlo públicamente .
-¿Y te habías sentido atacado en la facultad?
-Algunos me han tocado de cerca, como cuando a raíz de la sentencia del ‘procés’ se impulsó el cierre de centros y se impidió dar clases, lo que claramente fue una vulneración de derechos y un ejercicio de coacción . O como cuando SCC organizó un acto académico de Cervantes en la UB que fue boicoteado. Son casos ocasionales, ni mucho menos diarios, pero se producen con demasiada frecuencia. Yo no soy el primero ni seré el último insultado pero creo que lo importante es que no hay que callar y dejar claro que todos tenemos los mismos derechos a expresar nuestras ideas .