La nave incendiada en Barcelona fue sancionada por exceso de almacenaje

El fuego obligó a confinar a 35.000 vecinos del entorno de Montornès del Vallés

Miquel Vera

Un espectacular incendio en una central de reciclaje de disolventes y residuos peligrosos de la localidad de Montornés del Vallés (Barcelona) perturbó ayer la normalidad en todo el cinturón industrial que rodea la Ciudad Condal. Afortunadamente, las llamas que asolaron las instalaciones de la empresa química Deticsa -con sanciones por incumplimiento de la normativa- no causaron pérdidas humanas. No obstante, sí forzaron el confinamiento de 35.000 vecinos de la zona, a quienes se pidió que cerraran balcones y ventanas y no salieran de casa en toda la mañana. Asismimo, a los ciudadanos que estaban en la calle se les emplazó a que entrasen en los edificios más cercanos. También se encerraron en las aulas los alumnos de los centros cercanos al incendio.

Según informó la Agencia Catalana del Agua, el agua usada en las tareas de extinción provocó un vertido «directo» al río Mogent , afluente del Besòs, cuya calidad se vio también afectada. En los próximos días se realizarán análisis más exhaustivos, pero una primera inspección ayer ya detectó la presencia de peces muertos.

En paralelo, y según informó el departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, la planta acumulaba una notable lista de irregularidades. La más grave fue detectada por la Agencia Catalana de Residuos en 2017, en un expediente que se cerró en mayo de 2018 con u na sanción de 48.000 euros que la empresa liquidó. En esa inspección se detectó almacenamiento superior a la capacidad permitida, acumulación de materiales fuera de lugar (envases vacíos) y la falta de trazabilidad en la gestión documental de los residuos. En la nota remitida por el Govern se aseguró que estos incumplimientos no suponían un riesgo para el medio ambiente.

En 2019 se volvió a sancionar con 10.000 euros a la firma, y actualmente sigue abierta otra inspección aún no cerrada que, de nuevo según el Govern, no afecta al medio ambiente. Otro departamento del gobierno catalán, dentro del Programa de Inspección Ambiental , concluyó en 2018 que la empresa no garantizaba las condiciones de la «autorización ambiental integrada». La planta había sido inspeccionada de manera regular desde 2014.

Una vez sofocadas las llamas, los Mossos d’Esquadra serán los encargados de investigar los motivos del fuego. No obstante, según explicaron a ABC trabajadores del polígono, éste se originó cuando unos operarios mezclaron distintos productos químicos en un bidón. Algo falló durante este proceso rutinario y el bidón empezó a generar humo . Para evitar que el incidente fuera a mayores, los empleados apartaron el recipiente humeante y lo aislaron para dejar que se enfriara por sí solo. No obstante, empezó a arder, generando un foco de fuego y humo que se extendió también a los bidones cercanos y, finalmente, a la planta.

Mañana de pavor

Los Bomberos recibieron el primer aviso a las 07.42 de la mañana y cuando llegaron, el incendio ya estaba completamente extendido. El lugar de los hechos se convirtió en un infierno con una columna de fuego y humo que se alzaba a centenares de metros y que se podía ver a varios kilómetros a la redonda. «Era como una torre inmensa de fuego, no había visto nunca nada igual, daba mucho miedo. En algunos momentos, daba la sensación de que el fuego se iba a extender por todo el polígono. Cada quince o veinte segundos se escuchaban grandes explosiones, seguidas por llamaradas que se veían desde lejos», explicó a este diario Lluís Ramírez , técnico de mantenimiento de una empresa aledaña.

El profesor emérito de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y experto en riesgos tecnológicos, Joaquim Casal , apuntó a ABC que este tipo de incendios industriales pueden generar humos tóxicos con elementos muy nocivos como dióxido de nitrógeno (NO2) o monóxido de carbono. Sin embargo, descartó que pueda tener efectos peligrosos para los 35.000 habitantes de las poblaciones cercanas. «Una exposición corta no será agradable, pero en absoluto puede ser mortal. No es peligroso. Si no llueve, el elemento y sus partículas se irán dispersando, y será muy poca la cantidad que caerá sobre los vecinos», concluyó.

Todavía con el susto en el cuerpo, Pere Rodríguez , alcalde de Montmeló, la población más cercana al polígono afectado por el fuego, relataba a ABC su mañana de fuego y pavor: «El fuego era muy virulento y aparatoso, rápidamente se hizo grande», explicó.

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