Una multitud rodea el Supremo de EE.UU.: «El fallo contra el aborto es ilegítimo»

El movimiento a favor del aborto entra en una nueva fase de protesta tras la decisión judicial

El Tribunal Supremo de Estados Unidos tumba el derecho al aborto

Biden llama al voto ante la «materialización de una ideología extrema» tras la decisión del Supremo sobre el aborto

Activistas lloran tras el fallo del Tribunal Supremo sobre el aborto AFP/ Vídeo: David Alandete
David Alandete

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En cuanto este viernes 24 de junio el Tribunal Supremo norteamericano emitió su fallo invalidando la legalización del aborto vigente desde 1973 , la diputada Alexandria Ocasio-Cortez salió rauda del Capitolio, cruzó escoltada la calle que separa a este de la columnata de la máxima instancia judicial del país, se unió a un grupo de manifestantes, le tomó el megáfono a una de ellas y entonó un lema que se va a convertir en el grito de guerra del movimiento feminista y a favor del aborto en el futuro venidero: «Decisión ilegítima, todos a la calle» .

Con este fallo, que ya se filtró a la prensa —algo insólito— a principios de mayo, comienza una nueva fase para el feminismo estadounidense , que se ha estado preparando para ello.

El ambiente ante la Corte Suprema aquí en Washington es tenso. Los centenares de manifestantes, en su inmensa mayoría mujeres, proclaman que los jueces no les representan y llaman a la insumisión. En suma, como decía Ocasio-Cortez, la musa de la nueva izquierda americana, le niegan legitimidad a la Corte porque ven en este fallo un abuso premeditado, resultado de décadas de activismo conservador.

Antes del fallo, los concentrados ante el Supremo eran en su mayoría quienes se definen como provida , una amalgama de grupos religiosos —pero no solo— que han mantenido vigilias durante semanas a la espera de un fallo que llevan esperando largos años.

En cuanto la Corte emitió el fallo, y este comenzó a correr por redes sociales, desembocó ante la columnata un río de mujeres claramente indignadas , con carteles en inglés y en español en los que se leían lemas como «aborto sin pedir disculpas», «seguiré facilitando abortos» o «mi cuerpo ya no es mío».

Perchas de alambre, símbolo de la clandestinidad

Varias mujeres agitaban al aire perchas de alambre, un símbolo de cuando los abortos se hacían en la clandestinidad, con tantas muertes . Una mujer se paseaba disfrazada con el rojo vestido de la serie «El cuento de la criada», símbolo novelesco de la opresión de la mujer en un futuro apocalíptico.

Vanessa Peláez, de 36 años, se plantó ante el Supremo con un maillot blanco manchado de rojo, como si fuera la sangre de un aborto mal practicado. «Ahora hay que pelear, meterse en la calle y protestar, no podemos esperar a las elecciones» , decía.

Esperar a las elecciones es lo que momentos antes había pedido el presidente. Joe Biden compareció en la Casa Blanca , deploró la decisión del Supremo y pidió el voto para los demócratas en las elecciones parciales de noviembre, para que refuercen su mayoría en el Capitolio y aprueben una ley federal que permita el aborto. Al no haber semejante ley, el Supremo ha fallado que cada estado debe decidir por su cuenta, ya que la Constitución no recoge un derecho a abortar.

Aunque la labor del Supremo es interpretar la Constitución , para muchas de estas manifestantes esta, aprobada en 1787 , ha quedado desfasada . «Es un par de páginas bastante escuetos», decía Manuela Tironí, de 28 años. «En derechos sociales, lo que hay está construido por precedente judicial», añade.

Muchas de estas manifestantes culpan a Donald Trump de sus males. El hecho de que el expresidente tuviera la oportunidad de elegir a tres jueces de los nueve del Supremo en su único mandato permitió un giro conservador notable y ha hecho posible este fallo. Algunos carteles iban de hecho dirigidos a Trump, con más de un insulto.

Ante la magnitud de la protesta feminista , los detractores del aborto fueron desperdigándose. Quedaba solitario Edwin García, de 22 años, que se declaraba «demócrata provida», con un cartel en la mano que decía «gracias, Supremo». A las mujeres que le decían que como hombre no debería opinar sobre sus cuerpos, les respondió: «Siempre dicen eso de los hombres provida, pero cuando hablan hombres a favor del aborto, no dicen lo mismo. Es machismo, el hombre machista está a favor del aborto, el hombre caballero nunca está a favor del aborto».

Los grupos feministas mantendrán las protestas a las puertas del Supremo en los próximos días.

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