La mujer «más obesa del mundo» logra adelgazar más de 200 kilos
La egipcia Iman Ahmed Abdel Aty pesaba cerca de media tonelada cuando fue trasladada a un hospital en la India, donde ha sido operada y continúa perdiendo peso
Hace poco más de dos meses, la egipcia Iman Ahmed Abdel Aty salía de casa por primera vez en casi 25 años. Su enorme peso, que su familia calculaba en cerca de media tonelad a y que la convertía en la mujer más pesada del mundo , la había recluido desde su juventud a las cuatro paredes de su habitación. En una carrera contrarreloj para salvarle la vida, la egipcia de 36 ños fue trasladada el pasado 11 de febrero a un hospital en Bombay (India), donde médicos especializados en casos desesperados de obesidad la han ayudado a perder cerca de 250 kilos hasta el momento .
Cuando Iman llegó al Hospital Saifee de Bombay , trasladada en un camión/ambulancia pesaba unos 500 kilos. Tras someterse a principios de marzo a una gastrectomía en manga por laparoscopia, Iman ha perdido prácticamente la mitad de su peso, según un comunicado difundido esta semana por el hospital. Hoy, la egipcia pesa algo menos de 270 kilos y puede incorporarse durante varios minutos e incluso ser paseada en una silla de ruedas por el complejo hospitalario.
«Iman ha perdido aproximadamente la mitad del peso con el que llegó a la India, en un periodo de algo más de dos meses. Como resultado, la mayoría de sus problemas de salud relacionados con la obesidad están mucho mejor y bajo control, aunque todavía necesita medicación», ha señalado el doctor Muffazal Lakdawala, cirujano especializado en pérdida de peso que en 2016 se interesó por el caso de Iman. Con tan sólo 11 años, la joven natural de Alejandría era incapaz de sostener su propio peso , y sólo podía moverse reptando sobre su estómago. Cuando alcanzó los 300 kilos, Iman ya no se podía levantar de la cama, según relató a este periódico su hermana, Shaimaa Ahmed.
Tras su drástica bajada de peso, Iman ha sido trasladada desde el ala construida especialmente para ella, con camillas y otros equipos médicos reforzados para sostener su peso, al ala principal del hospital. Una vez adelgace lo suficiente, los médicos le harán scáneres CT para detectar la causa de los diversos accidentes cerebrovasculares y derrames que Iman continúa sufriendo.
Porque su enorme peso no es la única maldición de Iman. A los kilos de más le acompañaron diabetes tipo 2, hipertensión e hipertiroidismo, edemas linfáticos severos, retención de agua, gota y problemas graves en los pulmones, que la ponen en alto riesgo de sufrir embolia pulmonar. Tras sendos derrames cerebrales, Iman apenas logra comunicarse, le cuesta tragar por sí misma y tiene episodios de convulsiones. «Estamos intentando que tenga lo más parecido a una vida normal, aunque eso tomará varios años», apuntó el médico indio.
Problemas genéticos
Ya al nacer, Iman pesó más de 5 kilos. Pese a la peregrinacón de su familia de médico en médico en Egipto, ningún especialista logró dilucidar por qué la niña continuaba engordando y engordando a pasos agigantados. Estudios del Hopital Saifee desvelaron a principios de mes que la obesidad de la egipcia se debe a un defecto genético en el gen LEPR.
«El siguiente paso será cuando la pongamos en un tratamiento con medicamentos para su obesidad monogenética tras un periodo de seis meses. Puede o no ser necesaria una segunda cirugía en los próximos dos años», ha explicado el doctor.
En los vídeos publicados por el hospital esta semana, Imane luce una sonrisa casi sorprendida mientras escucha música o trata de comunicarse. Todavía le queda un largo camino por delante pero al menos, sostiene Lakdawala, el riesgo inmediato sobre su vida se ha reducido un «60%». Ahora queda recuperar la suficiente calidad para poder vivirla de nuevo en Egipto.
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