Un muerto y siete desaparecidos por la gota fría

En algunas zonas de Tarragona se registró la tormenta más intensa en 50 años

Aspecto de la población de Montblanc (Tarragona) que ha resultado gravemente afectada por las lluvias torrenciales EFE

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La gran riada del río Francolí, que en 1994 dejó ocho muertes y numerosos destrozos en Tarragona, volvió a la memoria de muchos ayer. Trece días después de que se cumplieran 25 años de ese fatídico desbordamiento, la depresión aislada en niveles altos (DANA) empapó toda Cataluña y se saldó con una persona fallecida, cinco desaparecidos y un paisaje desolador en el norte de la provincia de Tarragona, sobre todo la comarca de la Cuenca de Barberá por las riadas del Francolí. En Baleares, por su parte, hay dos desaparecidos a los que un testigo vio caer en el mar en Cala Esmeralda (Santanyí).

La única víctima mortal era un hombre de 70 años que desapareció en Arenys de Munt (Barcelona) cuando intentó mover su coche de una riera y que ayer fue localizado sin vida en una playa de Caldes d’Estrac. En Gualba (Barcelona), una niña de 7 años, una mujer de 35 y un hombre de 44 quedaron heridos en un camping por las fuertes rachas de viento. En Cataluña, el temporal obligó a cerrar una veintena de colegios, provocó cortes en 60 carreteras, dejó sin luz a 30.000 vecinos -7.500 de los cuales seguían sin servicio al cierre de esta edición- y fue la causa de más de 3.600 llamadas a Emergencias.

Una comarca muy castigada

En la Cuenca de Barberá, por la riada del Francolí, hubo cinco desapariciones: una madre y su hijo , de 69 y 42 años, que vivían en una «mobil-home» adosada a una casa en Vilaverd que fue arrastrada por el agua, dos personas que habrían sufrido un accidente en un puente de Espluga de Francolí y cuyo coche fue encontrado enfangado kilómetros allá y un hombre de nacionalidad belga cuyo camión apareció en el parque fluvial del municipio. Las tareas de rescate pueden durar días.

Las lluvias torrenciales desbordaron el río Francolí . En Vinaixa, muy cerca, los registros llegaron a los 271 mililitros por metro cuadrado. El Servicio Meteorológico de Cataluña registró en algunos puntos los mayores aguaceros en 50 años y el río, que habitualmente preocupa por no llegar al metro cúbico de caudal, multiplicó por mil esta cantidad.

«Las tareas de rescate son muy complicadas», explicaba a primera hora del día Jordi Castellví, jefe de guardia de los Bomberos de la Generalitat. Los efectivos trabajaron desde el primer momento en la zona, aún con las complicaciones por hacerlo de noche, sin luz, y con un caudal que arrasaba con todo.

Espluga, uno de los municipios más castigados, vio como el temporal se llevó por delante un restaurante y una bodega, Rendé Masdéu: dos locales que literalmente desaparecieron. «El río se lo ha llevado todo, lo hemos perdido todo» , explicaba entre sollozos Mariona, su propietaria. El municipio, además de incomunicado, quedó sin suministros. «Era impresionante: el agua rugía como un trueno, pero su sonido no acababa», explicó a ABC un vecino de la zona. También quedaron sitiados los accesos a Vimbodí y Poblet -donde parte de un tren de mercancías volcó y su maquinista quedó herido- o El Vilosell.

En Montblanc, la capital de la comarca, el temporal también dejó un panorama dantesco. El Puente Viejo, del siglo XII y bajo el que pasa el Francolí, se vio superado por una montaña de restos de árboles, fango y otros escombros, y la obra medieval, cuya zona fluvial había sido recientemente restaurada, quedó gravemente afectada.

En Montblanc, como en sus pueblos vecinos, hubo coches destrozados, muchos bajos inundados y escenas de pánico, como cuando se rescató a una madre y a su bebé por la ventana y con escalera. «El río creció en una hora cuando hace 25 años el crecimiento del Francolí llegó en unas seis horas », ejemplificó el alcalde Josep Andreu, para mostrar la magnitud de la tragedia.

El temporal, que por la tarde se trasladó al área cantábrica, también provocó el desbordamiento de a lgunos ríos en el oriente asturiano , donde se registraron más de cien litros por metro cuadrado. Con la mirada pendiente hoy en la búsqueda de los desaparecidos, los avisos especiales asociados a la gota fría terminan, aunque aún habrá algunas precipitaciones.

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