«Que la muerte espere a mi último deseo: conocer a mi nieta»
Benjamín ha podido cerrar el capítulo final de su vida gracias a los cuidados paliativos y a haber cumplido su gran sueño de ver a Daniela en tierra. Es la muerte y la vida juntas en una misma sala
La historia de Benjamín y Daniela es un idilio que comenzó desde la propia gestación de la segunda. En el Hospital Centro de Cuidados Laguna de Madrid , donde la gente llega y «ya sabe cómo entra y lo que tiene» la mayoría de las veces, todos los días son una aventura. Y un milagro. Lo sabe bien el psicólogo Alonso García de la Puente , trabajador de Obra Social La Caixa, que reivindica en estos días en que estalló en Reino Unido el «caso Alfie Evans» o que el PSOE propone facilitar el derecho a la eutanasia a las personas con enfermedad o discapacidad grave, que los trabajadores de las unidades de cuidados paliativos lo hacen para insuflar de calidad de vida durante los últimos compases en tierra de los pacientes. « Esta es la dignidad de la muerte; trabajar para que vivan hasta el final y que tengan, también, la esperanza de vivir», afirma, en contraposición, García de la Puente.
A pesar de que en estas unidades sanitarias están acostumbrados a convivir con la muerte y los últimos deseos, la última voluntad de Benjamín era más férrea que la voracidad de su cáncer, metastatizado y en fase terminal. Los facultativos llevan tiempo diciendo que apenas le queda un respiro . No lo ocultan ni él -es plenamente consciente-, ni su mujer, hija, yerno ni esposa. Pero Benjamín tenía una aspiración: remontar vuelo para conocer a su última nieta, Daniela , la primogénita de su benjamina, Verónica .
Vea en el vídeo el emotivo encuentro entre abuelo y nieta.