Merkel quita competencias a los Bundesländer para centralizar la gestión de la pandemia
Las primeras medidas en las que está pensando la canciller alemana son toques de queda, reducción de contactos privados y el cierre de juzgados y de comercios no esenciales
Así evoluciona la expansión del coronavirus en el mundo
![La canciller alemana, esta mañana](https://s1.abcstatics.com/media/sociedad/2021/04/13/merkel-efe-kvZC--1248x698@abc.jpg)
Adiós a las reuniones maratonianas con la Conferencia de Presidentes, que reúne a Merkel y sus ministros con los presidentes regionales y en cuyo seno se han ido tomando hasta ahora las principales medidas para luchar con la pandemia. Tras negociaciones muy complicadas, con acuerdos de mínimos y tras las que cada uno de los Bunsdeländer iba tomando decisiones por su cuenta, este gremio había causado un creciente «desconcierto» por el hecho de que diferentes medidas estén en vigor en diferentes territorios del país, por lo que Merkel ha decidido volver a centralizar las decisiones y devolver al gobierno federal competencias de las que hasta ahora disfrutaban los gobiernos regionales. Según ha decidido la gran coalición en el consejo de ministros de hoy (martes), Berlín impondrá restricciones obligadas para todo el país y con mayor rango que las regionales a partir de una incidencia de 100 nuevos casos por cada 100.000 habitantes en tres días, aunque en la práctica queda abierta la puerta legal a que el gobierno alemán imponga otras restricciones cuando lo considere oportuno.
Las primeras medidas en las que está pensando la canciller alemana son toques de queda, reducción de contactos privados y el cierre de juzgados y de comercios no esenciales , medidas a las que se habían opuesto los presidentes regionales y que ahora se decidirán desde la Cancillería. La modificación ha sido introducida a través de la Ley de Protección contra las Infecciones, que ya fue reformada en otoño para legalizar los cierres comerciales y restricciones de contactos que se llevarían a cabo pocos días después y que ahora será aplicada de forma uniforme en todo el territorio, al margen de la gestión de los gobiernos regionales. El texto, respaldado por los conservadores y por sus socios de coalición socialdemócratas, deja en manos de Merkel el «freno de mano», un mecanismo de aumento de restricciones ligado de forma automática al aumento de incidencias.
«Estamos en una situación dramática. Se trata de salvar vidas , hay que tirar ya del freno», ha justificado el jefe del grupo parlamentario conservador, Ralph Brinkhaus, que cuenta con un trámite parlamentario rápido y sin incidencias. «Esta tercera ola es la más dura para nosotros», advirtió la canciller el lunes, cuando la tasa de incidencia se situaba en 136,4 nuevos casos por cada 100.000 habitantes y Merkel defendía una nueva vuelta de tuerca a las restricciones en las próximas semanas. «Actualmente hay más de 300 distritos que superan este umbral y en más de 50 la incidencia es superior a 200», ha informado el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, ofreciendo así una imagen de la población a la que afectará en primer lugar este traslado de competencias y señalando que la idea es «llegar lo más rápido posible a una situación con tasas de infección más bajas gracias a las que podremos aligerar las restricciones mediante el uso de pruebas».
Si bien en un primer momento los Bundesländer reaccionaron con cierta hostilidad a este reforma, la mayoría de las regiones se ha ido adhiriendo al proyecto legal, porque en el fondo perder estas competencias supone un alivio para sus ejecutivos , muy presionados en pleno año electoral. Algunos presidentes se siguen resistiendo, como el de Baja Sajonia, Stefan Weil, que considera "que tomar el poder de las regiones en medio de una gran crisis es un gran error". La asociación de ayuntamientos alemanes advierte por su parte que imponer toques de queda puede ser «problemático a nivel constitucional». Y entre el resto de los partidos políticos, Mekrel ha logrado el apoyo de Los Verdes, aunque ha recabado duras críticas de los liberales del FDP, la izquierda radical Die Linke y la extrema derecha de AfD. Brinkhaus ha restado importancia a la oposición restante y ha declarado con displicencia que "no necesitamos tener a todos a bordo con nosotros", sugiriendo incluso que la reforma podría aplicarse, si fuera necesario, sin pasar por la aprobación de las cámaras parlamentarias.
Mientras los gobiernos regionales sufren la presión empresarial contra los cierres y son más reacias a las medidas impopulares, condicionados por el año electoral, Merkel, que va de salida de la política, atenderá estrictamente a los criterios científicos y médicos en la aplicación de restricciones. Y por el momento, unos y otros siguen emitiendo mensajes de alarma y pesimismo. La Asociación de Medicina de Cuidados Intensivos Divi espera un nuevo récord de pacientes de cuidados intensivos este mismo mes. Su presidente, Gernot Marx, ha llamado al gobierno a asumir que «ahora tenemos que admitir entre 50 y 100 nuevos pacientes de cuidados intensivos Covid en toda Alemania todos los días». Marx calcula que más de 6.000 pacientes con Covid 19 serán ratados en las unidades de cuidados intensivos a finales de abril, después del máximo anterior se alcanzó a principios alcanzado en enero, con más de 5.700 pacientes.