Los médicos advirtieron al Gobierno sobre la marcha negacionista: «Es un atentado contra la salud pública»

«Queremos poner en su conocimiento la convocatoria programada para este domingo día 16 de agosto 2020 en Madrid , con declaraciones y actos que el conocido, Josep Pàmies Breve (agricultor de Lleida, anti-vacunas que afirma que el VIH y la hepatitis no existen), viene realizando desde el inicio de la epidemia de coronavirus, y que solicitamos se activen los mecanismos necesarios en la Comunidad de Madrid para impedir esta concentración que puede significar un atentado grave contra la salud pública ».

Este es uno de los párrafos de la carta que el 14 de agosto la Organización Médica Colegial (OMC) envió a las autoridades sanitarias para impedir la celebración de la manifestación negacionista. La institución que agrupa a los colegios de médicos de toda España trasladó la petición al ministro de Sanidad, Salvador Illa , entre otras autoridades.

Entonces, aún no se sabía que la protesta iba a transcurrir sin cumplir las normas básicas de protección frente al Covid . Sin la necesaria distancia de seguridad o sin ir protegido con mascarilla obligatoria, tal y como habían prometido a la Delegación de Gobierno de la Comunidad de Madrid.

No importaba. Aunque hubieran cumplido con las medidas, la celebración en sí ya era «un despropósito y una barbaridad», declara a ABC, Javier Font, vicepresidente segundo de la OMC. « La manifestación solo podía contribuir a generar más confusión entre la ciudadanía , con información sesgada, mensajes a favor de las pseudoterapias y en contra del conocimiento científico». Los promotores de la concentración sostienen que la pandemia del nuevo coronavirus no existe y los manifestantes corearon gritos como : «Falsos test, falsos positivos» o «no somos delincuentes, queremos respirar», por la obligación de llevar mascarilla.

La profesión médica está convencida de que hubo gente de buena fe que asistió el domingo a la madrileña plaza de Colon porque no sabe que detrás de estos mensajes pseudocientíficos contra las vacunas y las mascarillas «hay también intereses económicos para vender remedios sin eficacia». En su opinión, el Gobierno tenía margen de maniobra para haber prohibido la reunión «igual que prohíbe fumar en las terrazas o adelanta el horario de cierre de bares y restaurantes a la 1 de la madrugada», recuerda Font.

Los médicos también lamentan que el mismo Gobierno que ha puesto en marcha un plan contra las pseudoterapias, no persiga estas reuniones en las que cuenta como «gurús de la confusión» como Josep Pamies, presente el domingo. Recuerdan que fue la propia Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios quien lanzó una alerta contra el MMS, la solución «milagro» de hipoclorito de sodio que promociona este agricultor y curandero.