La maternidad castiga a la mujer docente en la universidad más que al hombre
Al inicio de su carrera su productividad es superior en un 11,55% y después un 7,26% menos
La maternidad y las cargas familiares penalizan la proyección laboral de la mujer, no solo en el mundo de la empresa, sino también en la universidad. Esta es la conclusión que se puede extraer de un estudio liderado por la directora adjunta de Business Intelligence en MSD e investigadora del ESIC, María Teresa Ballester, analizando datos de unos 25.000 investigadores. Un trabajo que será publicado en la prestigiosa revista holandesa Technological Forecasting.
El principal dato que refleja esta situación de la mujer en la universidad es que su productividad, respecto a la de los hombres, es un 7,26% inferior , después de alcanzar la primera figura de contratación indefinida, como es la de «contratado doctor». Es justamente en este nivel cuando, por edad, empiezan a tener hijos y responsabilidades familiares , que frenan su crecimiento académico.
Antes de estas circunstancias, al inicio de su carrera, la productividad académica es un 11,55% superior a la de los hombres. Es el momento en el que los contratos son más inestables, «respondiendo más a los incentivos» y realizando publicaciones en «mayor cantidad y calidad».
Este estudio explica por qué hay menos mujeres catedráticas que hombres. En este trabajo se afirma que, tomando como base las cifras del sistema universitario español 2018-2019, «en la figura de entrada en la carrera universitaria, la de ayudante doctor, las mujeres son ligeramente mayoritarias, un 50,4%». Sin embargo, las catedráticas solo suponen un 21,3% del cuerpo funcionarial del sistema universitario español.
La directora de este informe ha asegurado a ABC que «no estamos hablando de un techo de cristal, sino de un techo de hormigón. Se ve que las mujeres son más dinámicas en la investigación, desde que comienzan hasta bien entrada la treintena». Pero, a partir de este momento y, «probablemente debido a las cargas familiares, la tendencia creciente en su productividad se ve mermada».
Ballester subraya que «mientras que en el ámbito del acceso no hay tanto problema para las mujeres, si lo hay en la promoción , porque no puede competir en condiciones de igualdad por esas cargas». A su juicio, «la elección para muchas de las investigadoras consiste en seguir progresando o dedicar tiempo a la familia».
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