Más de un 20% de niños y adolescentes en España son infelices
La obesidad es una de las causas principales del malestar psicológico de los menores, según los expertos del Estudio Pasos
Al menos dos de cada diez niños y adolescentes españoles declaran sentirse preocupados, tristes o infelices , según el Estudio Pasos , nombre que responde a las siglas «Physical Activity, Sedentarism and Obesity in Spanish Youth» (actividad física, sedentarismo y obesidad entre los jóvenes españoles, traducido al español). Dicho porcentaje aumenta entre el género femenino (25%) respecto al género masculino (16,6%) y también es mayor en la adolescencia (25,7%) que en la etapa infantil (15,1%).
Este indicador, referente a la calidad de vida de los más pequeños, es «preocupante», según el informe debido a la corta edad de la población estudiada que se encuentra entre los 8 y los 16 años . Santi F. Gómez, investigador principal del estudio y responsable de Programas de la Gasol Foundation –entidad impulsora de Pasos-, achaca este alto porcentaje de niños infelices a la obesidad .
«Hay muchos estudios que apuntan la autoestima de los niños y niñas que padecen sobrepeso u obesidad es muy inferior a los que no lo padecen. El nivel de ansiedad en dichos menores es mayor y eso solo contribuye a cronificar la situación», aclara el investigador principal. Además, explica que «un niño con una baja autoestima y con un nivel de ansiedad elevado va a tener menos oportunidades de exponerse a hábitos saludables , va a tender a relacionarse menos con sus iguales, va a estar evitando situaciones potenciales de actividad física, y va a tener una ingesta más compulsiva, más rápida, eso tampoco va a favorecer la reducción del sobrepeso y la obesidad».
Y es que la obesidad es una pandemia que se ha incrementado en España un 8,3% entre los niños y adolescentes españoles si se toma como indicador la circunferencia de cintura. Según la encuesta EnKid, realizada entre 1998 y el año 2000, un 16,3% de niños y adolescentes tenía obesidad abdominal, frente al 24,6 que la padece ahora según el Estudio Pasos, en el que también ha colaborado la Fundación Probitas.
Una de las hipótesis que explica este aumento de la obesidad en España es que «Ha habido un deterioro de indicadores como la actividad física y los hábitos de alimentación », apunta a ABC F. Gómez. El estudio también mide el nivel de adherencia a la dieta mediterránea , que ha disminuido considerablemente. Solo el 40% de los menores alcanza un nivel alto de seguimiento de dicha dieta, mientras que, en el año 2000, lo hacía un 44,7%.
Además, se observa que demasiados menores siguen hábitos de alimentación que van en detrimento de su salud como desayunar bollería industria l (31,7 %), comer en un restaurante de comida rápida al menos una vez a la semana (23,1 %) o consumir dulces y golosinas varias veces al día (22 %). En cambio, hábitos que aseguran un buen estado de salud, como es el consumo de frutas y verduras, son menos frecuentes de lo que sería deseable. Solamente un 15,9 % de la población infanto-juvenil declara consumir al menos cuatro raciones de fruta y verdura al día .
La dieta saludabe es más cara
Estos hábitos están altamente relacionados con las condiciones socioeconómicas del individuo o su familia. El Estudio Pasos demuestra una relación patente entre la pobreza y la obesidad. Muestra que, a mayor porcentaje de pobreza, mayor es la prevalencia de obesidad infantil. Seguir una dieta saludable es más caro (70 céntimos al día) que una que no lo es, según un estudio de EnKid. Para el investigador principal del Estudio Pasos, la pregunta aquí es si valen la pena esos 70 céntimos en detrimento del nivel de salid que te aporta. Desde su punto de vista la respuesta es clara: «No».
Por otro lado, en dicho estudio, publicado en 2015, analizaron el aumento del precio de los alimentos y resultó que desde el año 2000, los productos saludables habían aumentado más de precio que los que no lo son. «Si eso lo juntamos con las crecientes desigualdades sociales que hemos evidenciado en la última década en nuestro país, cada vez más las poblaciones más vulnerables tienen menos acceso a una alimentación saludable», ha destacado F. Gómez en la presentación del Estudio Pasos.
El «entorno obesogénico» (factores externos a su control que predisponen a alguien a seguir hábitos poco saludables) afecta más a las poblaciones más vulnerables, con menos recursos económicos y educativos, aclara el investigador principal. «El nivel educativo te permite adptar una mirada crítica hacia lo que te ropea, hacia ese entorno obesogénico. Si el nivel educativo es inferior, la capacidad de evitar toda esa cantidad de estímulos que llegan es menor».
Sedentarismo y hábitos poco saludables
Marta Segú, directora de la Fundación Probitas, ha asegurado que muchas de las familias que acuden a la organización afirman que van más de tres veces por semana a establecimientos de comida rápida porque es mucho más barato. Por otra parte, ha señalado que «estas familias desfavorecidas tienen menos acceso a la actividad física y el deporte porque todas las actividades extraescolares cuestan dinero».
Y es que el Estudio Pasos refleja que el 63,3% de los niños y adolescentes no alcanza los 60 minutos de actividad física al día , que es la recomendación de la OMS. Este incumplimiento es más pronunciado en el género femenino. El 70,1% de las niñas no llega al nivel recomendado frente al 56,1% de los niños. Y entre los adolescentes, el 69,9% no cumple la recomendación, frente al 55,5% de los niños.
El indicador de la actividad física está altamente relacionado con el tiempo que permanecen los menores y adolescentes frente a una pantalla . Cuando más horas dediquen al ordenador, tableta, móvil, televisión o videojuegos, menos estarán jugando y menos se moverán.
La OMS aconseja no superar las dos horas diarias dedicadas al uso de pantallas. Partiendo de esta recomendación, el Estudio Pasos ha detectado que más de la mitad de los niños y adolescentes (54,4%) no las cumple entre semana. La situación se agrava durante el fin de semana, cuando casi el 80% pasa más de dos horas al día delante de dispositivos digitales.
Por último, el estudio ha medido las horas de sueño de los menores de entre 8 a 16 años en España, ya que este factor está vinculado también con la probabilidad de presentar obesidad en la infancia. El 40,9% de los niños/as y adolescentes incumple las recomendaciones de horas de sueño entre semana (de 8 a 11 horas), lo que empeora cuando es fin de semana con un 48,1%.
Para la elaboración del estudio se ha encuestado a 3.887 alumnos matriculados en 247 centros educativos de primaria y secundaria. Se distribuyeron de forma proporcional por comunidades autónomas.
España, líder en obesidad infantil
Aunque Pau Gasol , presidente de la Fundación Gasol, no ha podido acudir a la presentación del estudio, ha intervenido gracias a un vídeo en el que ha advertido que «la obesidad infantil se ha convertido en una pandemia de nuestra sociedad. Nuestro país se sitúa en la cabeza de la lista de países europeos con mayor índice de obesidad infantil . Espero y deseo que los resultados que hoy se presentan sirvan para abrir camino a futuras acciones que nos ayuden a poner en marcha iniciativas que contribuyan a reducir los índices de obesidad infantil en nuestro país y nos sitúen a nivel mundial como referentes en esta lucha».
Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial de España, administración que ha acogido la presentación en su sede, ha resaltado que «estamos ante una paradoja. La obesidad es un problema de los países ricos , pero que afecta a las personas pobres». En este sentido, ha apuntado que «mucho de lo que hay que hacer tiene que ver con hacer llegar una alimentación saludable» y que es uno de los compromisos de la profesión médica.
Marta García, directora de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), estaba presente en la presentación y ha recordado que la obesidad tiene numerosas patologías asociadas como la diabetes, enfermedades cardiovasculares y el cáncer a edades tempranas , motivo por el cual ha señalado que es «esencial la adquisición de hábitos saludables». «Estamos ante un reto global en el que intervienen muchos factores, pero también somos muchos los que podemos contribuir a mejorar la nutrición, la salud y la sostenibilidad. En este momento tenemos esa obligación y también esa oportunidad», ha destacado.
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