Primeros turistas en Palma
«Mallorca es segura. Venimos a disfrutar un poquito de la isla»
Llegan al aeropuerto de Son Sant Joan los dos primeros vuelos procedentes de Alemania, con 378 pasajeros en total, gracias al plan piloto de apertura de corredores turísticos promovido por el Gobierno balear
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![Los turistas fueron recibidos este lunes entre aplausos de los empleados de los hoteles](https://s2.abcstatics.com/media/sociedad/2020/06/16/turistas-alemanes-kISH--1200x630@abc.jpg)
El aeropuerto palmesano de Son Sant Joan vivió ayer una jornada histórica, muy parecida a aquellas de los años sesenta en que se agasaba al «turista un millón» de cada temporada con una ensaimada, un baile típico mallorquín y un ramo de flores, entre otros obsequios. En esta ocasión, se celebraba la llegada de los primeros turistas extranjeros a Mallorca desde la entrada en vigor del estado de alarma, el pasado 14 de marzo. Esta circunstancia fue posible gracias al inicio del plan piloto de apertura de corredores turísticos seguros promovido por el Gobierno balear y autorizado por el Ministerio de Sanidad.
En medio de una gran expectación mediática, a las 11.00 horas aterrizó en el aeródromo de la capital balear un avión que había partido de Dusseldorf a primera hora de la mañana, con 189 pasajeros a bordo. De ellos, una veintena eran periodistas. El optimismo contenido y la ilusión de los distintos trabajadores de Son Sant Joan se podía percibir en el ambiente.
Sólo faltó casi que alguien se animase a intentar emular a Lolita Sevilla en «Bienvenido, Mister Marshall», cantando esta vez con convicción «Buenos germanos, buenos germanos, os recibimos con alegría» . De hecho, uno de los detalles más entrañables de la jornada se produjo cuando los citados turistas llegaron a sus respectivos hoteles, pues fueron recibidos con aplausos por parte de los empleados de esos establecimientos.
«Es un buen lugar»
Las primeras declaraciones a los medios de los turistas procedentes de Dusseldorf se produjeron en la terminal de «Llegadas» de Son Sant Joan. La mayoría de ellos hablaban sólo en alemán, pero hubo también quienes se expresaron en inglés o en castellano. Preguntados por el motivo de su viaje vacacional a Baleares, coincidieron en destacar que consideran que Mallorca es «segura». Los más tímidos declinaron hablar, abrumados quizás por la presencia de tantas cámaras, pero todos sonreían —tras las mascarillas— y saludaban amablemente con la mano. Se les veía felices por haber podido venir por fin a España.
Además, la práctica totalidad de esos primeros turistas que llegaron ayer por la mañana habían estado ya con anterioridad en la isla, sobre todo en la zona de la Playa de Palma. Por la tarde, llegó otro vuelo a Son Sant Joan, en ese caso procedente de Fráncfort, también con 189 pasajeros. «Tengo una casa aquí desde hace veinte años, pero ahora estaré en un hotel, en el Riu Concordia de la Playa de Palma, para visitar a los amigos, controlar mi casa y disfrutar un poquito de la isla», explicó Kersten, quien añadió que también tiene previsto hacer excursiones por distintas zonas.
En sentido positivo se pronunció también George, quien dijo que la imagen que se tiene hoy en Alemania de Mallorca es buena. «Es un buen lugar para pasar las vacaciones», recalcó. Una pasajera que también hizo declaraciones a su llegada señaló que había pasado ya el control de temperatura. «Entiendo que es necesario», indicó, al mismo tiempo que comentó que estará una semana en la isla.
Reducido a una semana
Inicialmente, el plan piloto del Govern se iba a desarrollar entre el 15 y el 30 de junio y preveía la llegada a Baleares de forma escalonada de un máximo de 10.900 turistas alemanes durante la segunda quincena de este mes, a través de 47 vuelos en total. Sin embargo, este proyecto ha quedado reducido ahora únicamente a una semana, tras el anuncio hecho el domingo por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el sentido de que España adelantará al 21 de junio la apertura de fronteras con la Unión Europea.
De ese modo, el plan puesto en marcha ayer por Baleares contará al final sólo con seis vuelos con turistas hasta el próximo domingo, cinco con destino a Mallorca y uno con destino a Ibiza. El número total de visitantes a lo largo de estos siete días será de unos 1.500 aproximadamente. Estos turistas no tendrán la obligación de guardar ningún periodo de cuarentena, pero deberán estar en disposición de poder aportar el billete de ida y vuelta. Por lo que respecta a sus lugares de alojamiento, podrán ser tanto establecimientos hoteleros como segundas residencias.
Para que Baleares pudiera llevar ahora a cabo su prueba piloto era necesario que se encontrase ya en la fase tres de la desescalada y que tuviera una tasa de personas infectadas por Covid-19 por 100.000 habitantes inferior a nueve casos durante siete días consecutivos.
Encuesta de salud
Por su parte, los visitantes alemanes que llegarán a lo largo de esta semana a Mallorca o a Ibiza deberán cumplimentar una encuesta de salud y a su llegada serán sometidos a controles de temperatura. Además, se les informará de las medidas que deberán adoptar durante su estancia vacacional. Paralelamente, se hará un seguimiento del estado de todos esos visitantes a través de llamadas telefónicas. Ante la duda de cualquier posible contagio, se llevarán a cabo las preceptivas pruebas analíticas. En ese contexto, el Govern ha habilitado un total de 11 apartahoteles para acoger, en caso de que fuera necesario, a posibles enfermos asintomáticos.
Los primeros establecimientos hoteleros en abrir ayer sus puertas fueron varios ubicados en la Playa de Palma y uno situado en el municipio de Alcudia. Todos ellos se han puesto a punto en estos últimos días, para que los turistas recién llegados se encuentren en unas condiciones de máxima seguridad. Por la tarde, esos visitantes pudieron darse ya el primer chapuzón o tomarse una cerveza, solos o en compañía de sus parejas o amigos. En cierta forma, lo ocurrido ayer vino a ser como una reformulación de la fábula de «Bienvenido, Mister Marshall». Esta vez, esos anhelados visitantes extranjeros vinieron para quedarse.