La lucha climática solo será eficaz si la UE o EE.UU. duplican su reducción de CO2

Un estudio concluye que una de las grandes economías debe hacer de liebre en la carrera contra los efectos del calentamiento global

Chimeneas industrialesvistas a través de la estructura del puente de Williamsburg, entre Brooklyn y Manhattan Efe

A. Acosta

Un único esquema para todos los países no será válido para guiar al mundo en la senda de los 2ºC. Una de las pocas opciones para que el mundo tenga oportunidades de mantenerse dentro de ese aumento de temperatura considerado seguro por los científicos es que una de las grandes economías haga de liebre. Ésta es la principal conclusión de un estudio internacional, liderado por la Universidad de Melbourne (Australia) y el Instituto Potsdam de Investigación de Impactos Climáticos (Alemania), que pone nombre a esas liebres en la carrera contra los efectos del calentamiento global: Estados Unidos o la Unión Europea. Los investigadores también han hecho los cálculos del esfuerzo que haría falta para que China tomase ese liderazgo, aunque reconocen que esta opción es poco probable.

Según los cálculos, que detallan en la revista “Nature Climate Change”, Estados Unidos o la Unión Europea deberían duplicar sus esfuerzos de reducción de emisiones para el año 2030, esto haría que el resto de países se mantuviera dentro de esa senda hacia la descarbonización, siempre y cuando no se pretenda hacer un reparto de la carga equitativo, advierte el estudio, sino que cada país elija el esquema de asignación de emisiones más favorable para sí mismo. “Los análisis de las promesas de reducción de emisiones y las negociaciones anteriores muestran que, como era de esperar, los países tienden a adherirse al principio de asignación que les permite reducir en menor medida las emisiones en comparación con sus competidores internacionales, explica Louise Jeffery, del Instituto Potsdam. “Pero esta situación, contando con una liebre, permitiría cumplir el límite de los 2ºC -afirma- y parece menos utópico que una regulación uniforme”.

En ese escenario, el objetivo de reducción de la s emisiones nacionales de Estados Unidos tendría que ser más o menos un 50 por ciento en lugar del 22-24 por ciento para 2030 sobre el nivel de 2010, que es su propuesta actual. Por otra parte, el objetivo equivalente para la UE tendría que ser de casi un 60% sobre 2010 en lugar del 27% puesto sobre la mesa (el 27% por debajo de 2010 equivale al 40% de reducción sobre 1990, que es el año base de la propuesta de la UE).

China también podría tomar la iniciativa, pero más allá de consideraciones políticas los números muestran que esto es poco probable. De hecho, la cuantificación de la propuesta china revela la mayor brecha entre un objetivo de liderazgo y el pico de emisiones para 2030 propuesto actualmente. Si China quisiera asumir el liderazgo tendría que reducir las emisiones en un 32% por debajo del nivel de 2010. En cambio, en un escenario donde se tuviera en cuenta la equidad de las emisiones acumuladas per cápita solo tendría que reducirlas en un 4 por ciento, que puede parecer poco, pero que es una contribución importante.

Búsqueda fallida de la equidad

La búsqueda de esta equidad lleva años retrasando la adopción de un acuerdo internacional de lucha contra el cambio climático y ahora mismo pone en peligro también el éxito de la próxima Cumbre del Clima, que se celebrará en diciembre en París . Y es que hay dos criterios de equidad en conflicto. Aunque la Convención de Cambio Climático de la ONU sostiene la fórmula de “responsabilidades comunes pero diferenciadas” para atender las emisiones históricas realizadas por los países industrializados, lo cierto es que aquí caben dos posiciones contrapuestas. Por ejemplo, la UE y EE.UU. defienden la justicia distributiva en algún momento en el futuro, para que las emisiones por persona sean más o menos las mismas en todos los países para el año 2050. China e India, por su parte, piden justicia correctiva; esto es, las emisiones del pasado deben ser tenidas en cuenta para lograr la igualdad de las emisiones acumuladas por persona. Este tipo de esquema de equidad significaría que los que emitieron menos en el pasado pueden emitir más en el futuro sobre una base per cápita.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación