Londres analiza el caso de un enfermo terminal que lucha para que le apliquen la eutanasia
Noel Conway quiere que la justicia permita que un médico le pueda prescribir una dosis letal cuando su salud se deteriore aún más
El Tribunal Superior de Londres empieza este lunes a examinar el caso de un británico de 67 años, que sufre una enfermedad terminal degenerativa, que reclama el derecho a morir «dignamente» .
Noel Conway , que padece una enfermedad neuronal motora, quiere que la justicia permita que un médico le pueda prescribir una dosis letal cuando su salud se deteriore aún más, sin que el facultativo sufra consecuencias legales. Actualmente la práctica de la eutanasia conllevaría para cualquier médico una pena de 14 años de prisión .
Conway fue diagnosticado con esa condición en noviembre de 2014 y los doctores no creen que vaya a vivir más de otros doce meses.
Entre los argumentos del hombre para reclamar el derecho a morir cuando él decida figuran su deseo de poder despedirse de sus seres queridos «en el momento adecuado» y no cuando su salud le haga sentirse «como un zombi, sufriendo tanto física como psicológicamente».
«Me quedaré cuadripléjico y podría llegar a estar catatónico y posiblemente quedar en un estado de "síndrome de enclaustramiento" (locked in syndrome) y que para mí sería un infierno viviente. Es una perspectiva que no puedo aceptar», explicó Conway a la cadena británica BBC.
El enfermo, un profesor de universidad jubilado , ya no puede caminar a consecuencia de los efectos de su enfermedad y depende de un ventilador artificial, que le ayuda a respirar.
Su estado de salud le impide acudir por sí mismo a un tribunal a defender su caso pero sus abogados sostienen que su cliente quiere tener el derecho a optar a una muerte «digna y tranquila» mientras aún es capaz de tomar decisiones.
En 2015, el Parlamento británico rechazó las propuestas planteadas para autorizar la eutanasia en Inglaterra y Gales, en la que fue la primera votación sobre este asunto en casi 20 años.
Según indican hoy medios británicos, se prevé que el caso de Conway durará unos cinco días y previsiblemente el dictamen no se conocerá hasta el próximo otoño.
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