El lado oscuro del «ADN» también influye en el cáncer
Expertos mundiales en epigenética subrayan la importancia de este material genético por su papel en la expresión genética
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Cada célula humana contiene hasta dos metros de ADN en su interior, aunque solo un dos por ciento de este material genético tiene capacidad para codificar a proteínas que influyen en la aparición de enfermedades como el cáncer, es lo que denominamos ADN codificante. Se daba por sentado que el 98 por ciento restante de este material, el denominado «ADN basura» o «ADN no codificante», no tenía utilidad alguna, aunque la evidencia científica prueba ahora que tiene un papel importante dentro del genoma humano y puede ser también determinante en la aparición y evolución de una enfermedad oncológica. Diferentes investigaciones han demostrado que ese ADN hasta ahora descartado en la investigación epigenética constituye un gran panel de control con millones de «interruptores» que regulan la actividad genética . Los científicos están viendo que aunque estas regiones del genoma no codifican a proteínas sí que inciden en la expresión genética relacionada con enfermedades como el cáncer.
«Este descubrimiento es sólo el principio de una revolución que afectará a los tratamientos personalizados de cáncer», asegura Luciano Di Croce, responsable del laboratorio de cáncer del Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona. En un acto convocado por Biocat y la Obra Social «la Caixa», científicos internacionales corroboraron ayer la importancia del que hasta ahora se consideraba «ADN basura».
Los investigadores han observado cómo las enfermedades debidas a mutaciones, como un cáncer de origen genético, en parte se deben al ADN no codificante. Este cambio de paradigma presenta un escenario más complejo a la hora de diagnosticar y tratar estas enfermedades porque la región del ADN que está involucrada es mucho mayor.
«La medicina personalizada debe tener en cuenta el ADN no codificante, si no su visión del problema es parcial», comenta Di Croce. «El 98% del genoma no se puede ignorar» , añade.
Los nuevos procesos de caracterización en epigenética y genética del cáncer son aún más exactos si se observa ese material genético que no codifica. Así a un tipo concreto de cáncer de intestino, por ejemplo, se le pueden asociar cuatro subtipos para diagnosticar y tratar mejor los síntomas.
Visión «tradicional» y «dogmática»
El biólogo, que investiga los mecanismos epigenéticos implicados en la diferenciación de las células madre y en cáncer, ha dicho que la utilidad del 98 por ciento del genoma se ha pasado por alto durante tanto tiempo por culpa de la visión tradicional y «dogmática» de la expresión de los genes.
El investigador ha considerado fundamental estudiar la epigenética no sólo para avanzar en cáncer sino también en otras patologías, desde la esquizofrenia hasta el Síndrome de Rett.
Por su parte, el director del departamento de ciencia de Obra Social «la Caixa», Ignasi López, ha destacado la misión de "hacer llegar a la gente" los avances en biomedicina y salud a través de jornadas científicas como la citada.