La Justicia de EE.UU. da la razón a la Universidad de Harvard al tener en cuenta la raza para admitir a sus alumnos
Desde hace décadas la prestigiosa institución cuenta con un plan para impulsar las inscripciones de minorías
La justicia estadounidense dio este martes la razón a la Universidad Harvard, al considerar la raza para admitir a sus alumnos. Un juez federal de Boston desestimó la demanda de una organización conservadora que acusaba a la prestigiosa universidad de discriminación contra los candidatos asiáticos, y consideró «muy bueno» su proceso de selección para garantizar la diversidad de sus estudiantes. Desde hace décadas, la universidad más antigua de Estados Unidos cuenta con un plan para impulsar las inscripciones de minorías.
El programa de selección de la famosa universidad «no es perfecto», pero «la Corte no desmantelará un programa muy bueno que cumpla con los criterios constitucionales, simplemente porque podría ser mejor», concluyó la jueza Allison Burroughs en su decisión de 130 páginas.
La queja se remonta a noviembre de 2014, cuando una organización llamada «Estudiantes para admisiones justas», dirigida por un conservador, demandó al establecimiento más prestigioso de los Estados Unidos, un país donde se permiten estadísticas étnicas.
Después de tres semanas de audiencias a finales de 2018, el juez Burroughs determinó que Harvard respetó escrupulosamente la jurisprudencia federal, que permite el uso de ciertos criterios raciales siempre que estén destinados únicamente a garantizar la diversidad de la población estudiantil.
Si bien las audiencias revelaron algunos aspectos sombríos de las admisiones a Harvard, como las instalaciones ofrecidas a los hijos de donantes en la venerable universidad , los demandantes «no presentaron ningún ejemplo de un candidato de ascendencia asiática que supuestamente fuera discriminación», teniendo en cuenta «todos los factores que Harvard valora en su proceso de admisión», dijo el juez.
Entre estos factores, Harvard evalúa la personalidad de los estudiantes. Sin embargo, según los documentos presentados durante el juicio, los de origen asiático tendieron a tener calificaciones más bajas que los blancos en este criterio. Sin embargo, el juez consideró que esto «no era el resultado de una discriminación intencional» por parte de la universidad.
El historial fue muy político, especialmente porque la queja de la organización dirigida por el activista conservador Edward Blum fue respaldada por el gobierno de Trump.
Muchos lo vieron como un nuevo ataque a las políticas de «discriminación positiva» en muchas universidades de Estados Unidos, que en su mayoría benefician a las minorías étnicas más desfavorecidas socialmente, como los negros y los hispanos.
Decepción y agradecimiento
Edward Blum dijo que estaba «decepcionado de que el tribunal confirmara la política discriminatoria de admisión de Harvard». Inmediatamente anunció que «apelaría esta decisión ante el Tribunal de Apelación y, si fuera necesario, ante el Tribunal Supremo».
La batalla legal no ha terminado, y el presidente de Harvard tuvo cuidado de no gritar victoria este martes. En una carta publicada en el sitio web de la universidad, Lawrence Bacow dijo que estaba «profundamente agradecido» a todos los que defendieron la universidad durante este juicio.
Y reafirmó la importancia de la diversidad en sus ojos, diciendo que «la educación superior estadounidense deriva su poder de su compromiso de aprender de nuestras diferencias».
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