El juez procesa al líder de los Romanones por supuestos abusos sexuales

El joven denunciante elevó su caso al Papa Francisco que ordenó a la Iglesia investigar el caso

Pintadas en las paredes de la parroquia de Granada, donde oficiaba misa el padre Román Efe

DIEGO MÁRQUEZ

El titular del Juzgado de Instrucción 4 de Granada, Antonio Moreno, ha dictado auto de procesamiento contra el líder del grupo de sacerdotes y seglares conocido como los Romanones por supuestos abusos sexuales a un joven cuando era menor de edad . El juez observa «indicios racionales de criminalidad» en el padre Román, que era párroco de la iglesia de San Juan María Vianney de Granada donde conoció al chaval que fue allí monaguillo.

El auto de procesamiento mantiene la situación de libertad provisional al padre Román, para la que tuvo que pagar una fianza de 10.000 euros, y prorroga la medida cautelar de alejamiento y prohibición de comunicación de la víctima, que ahora tiene 25 años y vive en Navarra . Se llamará al procesado a una declaración indagatoria en los próximos días, en fecha que aún se desconoce, para concluir la instrucción antes de que, previsiblemente, se siente en el banquillo por un supuesto delito de abuso sexual «continuado con introducción de miembro corporal por vía anal, y tentativa de introducción de miembro viril», con prevalimiento, es decir haciendo valer su posición de poder. El Código Penal lo castiga con penas de cárcel de entre 4 y 10 años de prisión.

El juez consideró prescritos los presuntos delitos que en un principio se imputaron en el marco de este caso a los otros nueve sacerdotes y a los dos seglares que conforman el conocido como clan de los Romanones.

Los hechos «más graves y relevantes penalmente» ocurrieron en la casa que compartía el grupo, que la Audiencia de Granada ha confirmado que no tenía carácter sectario ni ilícito, en una urbanización de Cenes de la Vega, en el cinturón metropolitano granadino. Allí, el padre Román le propone al denunciante «quedarse a dormir y ver alguna película , diciéndole que ve en él una gran vocación para el sacerdocio».

Por ese motivo, según prosigue el auto, «tiene que compartir con el grupo de sacerdotes su modo de vida». Ante la negativa inicial del menor cuando empezaron las supuestas invitaciones a ocupar la cama del líder del grupo , este «le decía que iba a romper la relación que como de un padre a un hijo le estaba dando, por lo que aquel accedió en dormir con él al sentirse presionado física y psicológicamente».

«No vives bien tu sexualidad», le llegó a decir el padre Román al joven cuando se produjeron los supuestos masajes y tocamientos. Según el informe psicológico al que se refiere el magistrado en su auto, fechado ayer, todo ello provocó ansiedad a la par que un «continuo malestar psicológico» al joven que tenía entre 14 y 17 años cuando ocurrieron los hechos.

El auto, ante el que cabe recurso, especifica que el joven dirigió su denuncia al Arzobispado de Granada , cuyo titular, monseñor Francisco Javier Martínez, es responsable civil subsidiario de los 50.000 euros de la fianza que debe consignar el sacerdote como procesado, y posteriormente por carta a la Santa Sede poniéndose a posteriori el Papa Francisco en contacto con él animándole a denunciar los hechos. La Iglesia investiga, igualmente, estos hechos que revolucionaron la Diócesis granadina hace algo más de un año cuando el caso trascendió a los medios de comunicación.

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