El Gobierno vasco estudia recurrir la decisión del juez que ha reabierto los bares y definió a los epidemiólogos como «médicos de cabecera con cursillo»
A primera hora de la tarde los servicios jurídicos del Gobierno vasco afirmaron dudar de la imparcialidad del juez tras sus declaraciones sobre los epidemiólógos y las medidas anticovid
El juez que preside la Sala del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) y que ha ordenado la reapertura de los bares y restaurantes que permanecían cerrados por la alta incidencia de Covid-19 en la zona protagonizó un día antes del veredicto otra polémica. El magistrado Luis Ángel Garrido dijo durante una tertulia en Herri Irratia- Radio Popular: «Un epidemiólogo es un médico de cabecera que ha hecho un cursillo».
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Más tarde, durante una entrevista en ETB matizó las declaraciones, que según comentó surgieron «en el fragor de la tertulia» y que tal vez alguna de sus frases no fue la correcta. Los servicios jurídicos del Gobierno vasco analizan la posibilidad de plantear un recurso de casación contra la resolución de la sala de lo contencioso-administrativo de este tribunal, como ha anunciado el Ejecutivo, cuyos letrados tienen de plazo para la presentación hasta el próximo lunes.
Garrido, el juez azote del confinamiento
Garrido es todo un azote del confinamiento pues del sala que preside ya tomó el año pasado otras dos decisiones en contra de medidas adoptadas por el LABI (Comisión Asesora del Plan de Protección Civil del País Vasco). En agosto Garrido intentó evitar el adelanto a la una y media del cierre de la hostelería nocturna. En esa ocasión, la realidad se impuso y el tribunal acabó bajando la cabeza al aumentar los focos de contagios. Meses más tarde, en el mes de octubre, rechazó la restricción de las reuniones sociales a seis personas por entender que se limitaban derechos fundamentales.
«En cuanto haya una decisión sobre si se presenta un recurso se hará público, así como los argumentos jurídicos», detallan desde el área de Gobernanza. De momento, se desconocen los contenidos de las propuestas que están valorando los servicios jurídicos. En cuanto a la posibilidad de una recusación del juez Luis Garrido, «los servicios jurídicos creen que no es el momento de entrar en esta cuestión ya que todavía se desconoce cuándo ni en qué condiciones ni con qué tribunal tendrá lugar el juicio sobre el fondo de la cuestión». Si bien es cierto que a primera hora de la tarde se filtró a la prensa que los servicios jurídicos del ejecutivo vasco sí estudiaban recusar a este juez al dudar de su imparcialidad tras sus declaraciones sobre los epidemiólógos y las medidas anticovid.
Como informaba El Correo, el perfil en whatsapp del magistrado vasco no está exento de polémica, pues la frase de su estado en la red social es «no more lockdown», refiriéndose a una canción de Van Morrison -del que se declara fan- y cuya traduccción al castellano es «no más confinamiento».
Lo paradójico es que el auto que firma el juez, junto con los otros dos magistrados Mª Josefa Artaza y Jose Antonio González, se basa en la opinión de algunos epidemiólogos, sector al que Garrido ha ridiculizado con unas declaraciones que han provocado que se ponga en cuestión su imparcialidad como profesional de la justicia. En su fallo la sala de lo contencioso-administrativo considera que no existe «claridad» respecto a que la actividad hostelera esté detrás del «elevado nivel de incidencia del virus tras la Navidad».
Los jueces recogen en su auto algunas valoraciones sanitarias como que, «según una parte importante de los epidemiólogos», las comidas, cenas y reuniones celebradas en aquellas fiestas «pueden producir el 80% de los contagios». Es más, los tres firmantes del dictamen apuntan que la apertura de bares y restaurantes en municipios en zona roja «no aparece en este momento como un elemento de riesgo cierto y grave para la salud pública».
Garrido llegó a comparar en la mencionada tertulia l a pandemia con las enfermedades de transmisión sexual : «Supongamos que en Vizcaya suben un 2.000% las enfermedades de transmisión sexual. Y llego yo, el gran epidemiólogo de la zona, y digo muy fácil, estese usted dos años sin relaciones sexuales y así bajará la curva», relató. «Para decir eso no añado ningún valor añadido a mi trabajo, mi trabajo es prácticamente cero», señaló en relación a la labor de los profesionales de este ámbito.
«Para decir eso, lo sabían en la Edad Media»
El controvertido magistrado señaló, sobre la opinión de los epidemiólogos, que «para decir eso, lo sabían en la Edad Media». En ETB Garrido se reafirmó en sus declaracione s y argumentó que «la epidemiología a día de hoy está siendo utilizada más que nada como un valor estadístico, todo lo útil que puede ser para saber la evolución de una pandemia, pero en cuanto a soluciones, tanto la epidemiología como otras ciencias afines, cara a que la expansión del virus se reduzca, son soluciones que se estaban dando hace cientos de años», volvió a insistir.
Los epidemiólogos, mediamente un comunicado, han manifestado su rechazo a las palabras del magistrado, que califican de «inadmisibles» y «ofensivas». «Suponen desconocimiento y una falta de respeto hacia una profesión que requiere toda una vida de formación y hacia unos profesionales que están trabajando sin descanso , como todo el personal sanitario, para salir cuando antes de esta terrible pandemia», recoge la nota de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE).
La SEE exige una rectificación del magistrado y recuerda que entre sus profesionales no solo hay médicos , sino que también cuentan con profesionales con otras formaciones como farmacia, enfermería, psicología, etc. «Muchos de ellos cuentan además con formación especializada reglada, de cuatro años. Otros muchos más con Másteres específicos u otro tipo de formación específica realizada en España y en el extranjero. Todo esto sin mencionar el doctorado que muchos de los asociados a la SEE también poseen. Y por supuesto con trayectorias profesionales acreditadas y constatables , tanto en la administración sanitaria, como en la academia, en la industria, o en los centros de investigación», asegura el comunicado, que incide: «Todo ello es algo más que un cursillo».
Además, los epidemiólogos consideran que las palabras del juez también desprecian a los médicos de familia. «Es necesario recordar que la atención primaria ha sido también duramente exigida en la pandemia y no se merece ese tratamiento».
Sin embargo, el juez también tiene algunos defensores, como el del portavoz de la Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Santiago Romero, ha lamentado que se recurra a «la crítica personal» para poner en entredicho su «profesionalidad e imparcialidad».