Una joven argentina queda en estado vegetativo tras una operación de aumento de pecho
Una mujer argentina de 25 años se operó en octubre, pero la cirugía se complicó y desde ese día no puede hablar ni moverse
Berenice Conte cumplió sus 25 años internada y con daño neurológico. Hace siete meses se sometió a una cirugía en una clínica de Rosario, en Argentina, para colocarse implantes mamarios y sufrió un paro cardíaco. Fue derivada a un hospital y quedó internada en estado de coma. Después de un tiempo recuperó el conocimiento y hoy vive en un centro de rehabilitación. No habla ni camina. No puede estirar las piernas ni permanecer sentada erguida , según informa La Capital .
Le diagnosticaron cien por cien de discapacidad . Su familia denunció mala praxis por parte del médico cirujano que la operó y del anestesista. Desde Fiscalía dicen que están a la espera de que una junta médica del Instituto Médico Legal de un dictamen para establecer si hubo o no negligencia médica.
El 12 de octubre del año pasado, a las 8:30, Marcelo Conte llevó a su hija Berenice a una clínica de cirugía plástica. La joven tenía pautada una operación para colocarse implantes mamarios. «Me dijeron que era una cirugía simple, que a las 11 ya la podía pasar a buscar», contó Marcelo. Pero un poco antes de esa hora recibió una llamada de su mujer, que le dijo que fuera directamente a un sanatorio del macrocentro porque Berenice estaba siendo trasladada; pero no le habían sabido decir qué pasaba.
«Llegó sin oxígeno en el cerebro. No tenía reacción de ningún tipo. Entró a la unidad de terapia intensiva con un coma profundo y estuvo así unos meses», recordó Marcelo. El diagnóstico fue un ACV isquémico (un coágulo obstruyó un vaso sanguíneo del cerebro). En ese tiempo, le tuvieron que hacer una traqueotomía para que pudiera respirar.
Su familia tiene la esperanza de que algún medicamento o algún tratamiento pueda ayudar a la rehabilitación y que pueda superar la discapacidad que padece. Marcelo, el padre, siempre dice que «hay que esperar» porque Berenice está «en manos de Dios».
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