Italia, confinada en las fiestas navideñas y vísperas, salvo Reyes
Adiós a las vacaciones: cierre de bares, restaurantes y tiendas; no se podrá salir del municipio y se prohíben las visitas a parientes
Italia se cierra en las fiestas navideñas . Los italianos estarán confinados desde el 24 hasta el 27 y desde el 31 al 3. Solo se salva la Befana, la tradición navideña de los Reyes Magos. En esas fechas, toda Italia será declarada zona roja. Para el resto de los días, se mantendrán las medidas previstas para la zona naranja, que también son muy restrictivas. El primer ministro, Giuseppe Conte, que había dicho en varias ocasiones que no habría confinamiento, deberá explicar a los italianos por qué ahora se endurecen al máximo las restricciones. No le será fácil. El gobierno se había dividido: unos ministros, y con ellos Conte, eran partidarios de hacer solo retoques a las medidas en vigor; otros, encabezados por el titular de Sanidad, Roberto Speranza, propugnaban más restricciones. El comité técnico científico que asesora al gobierno sobre el Covid había mostrado en los últimos días gran preocupación, sugiriendo la necesidad de actuar con medidas muy restrictivas , encaminadas también a evitar las tradicionales reuniones familiares en las casas durante las vacaciones navideñas.
Al final se han impuesto la lía dura, para evitar que la tercera ola, que se producirá según anuncian todos los expertos , no tenga la gravedad de las anteriores. Después de un encuentro muy duro en una larga reunión del gobierno, en la noche del miércoles la mediación de Giuseppe Conte solamente logró, dentro de las rígidas medidas restrictivas, alguna excepción para misa de Navidad y reuniones familiares, permitiendo que los parientes más cercanos visiten a los padres o abuelos ancianos y frágiles en Navidad, estableciendo un número máximo de personas que pueden desplazarse, probablemente solo dos.
Confinamiento total
En los días festivos y vísperas, establecidos como zona roja, estas serán las reglas: cierre de tiendas, bares y restaurantes . Solamente las tiendas de comestibles, farmacias, estancos, quioscos de prensa y librerías estarán abiertas en los horarios habituales de vacaciones. Se prohíben todos los desplazamientos, incluso dentro de su propio municipio, salvo por motivos de una emergencia, trabajo o urgencia sanitaria. Se podrá asistir a la Misa de Navidad, pero no ir a casa de familiares. Almuerzos y cenas navideñas quedan muy limitados: solo para el núcleo conviviente, quizás ampliado a no más de dos parientes cercanos , los padres, personas mayores o hijos o parejas permanentes. Se permite salir a hacer deporte o actividad física. Para asistir a quienes no son autosuficientes solo podrá acudir una persona.
Temor a una tercera ola
En los últimos días, se han visto imágenes en los centros de la grandes ciudades, con colas en restaurantes y tiendas, que han causado alarma. El presidente de la región del véneto, Luca Zaia, de la Liga, las calificó como «un espectáculo inmundo» y pidió que se declarase zona roja a todo el país. El aire que se ha respirado en los últimos días, con reuniones multitudinarias y lugares abarrotados de gente , ha recordado el clima del verano pasado, cuando se minimizó el riesgo del Covid y se actuó con la idea de «todos libres». Las consecuencias han sido nefastas: cientos de muertos cada día. El miércoles hubo 680 víctimas del Covid y 17.607 nuevos contagiados. Desde el inicio de la pandemia, los fallecidos son 66.537, y el total de positivos 1.888.144. Italia tiene el triste récord de ser el primer país de Europa y el quinto del mundo en número de muertos, después de Estados Unidos, Brasil, India y Méjico. En definitiva, ante el temor a una tercera ola incontrolable de contagios, se obliga a los italianos a renunciar a las vacaciones navideñas , volviendo al sacrificio y esfuerzo que se hizo en los primeros meses de la pandemia.