Italia condena a dos jóvenes exculpados en España por la muerte de una joven que cayó de un balcón al intentar evitar ser violada
La joven cayó del balcón de una habitación de Palma cuando escapaba de dos compatriotas que intentaban violarla
No fue un suicidio y ni siquiera un incidente la muerte de Martina Rossi, 20 años, una joven estudiante genovesa que cayó desde un sexto piso del hotel Santa Ana de Cala Mayor (Palma de Mallorca), a las 7 de la mañana del 3 de agosto del 2011, mientras se encontraba de vacaciones. La tesis de la fiscalía de Arezzo fue que «Martina murió porque escapaba de dos jóvenes que querían violarla ».
Esta tesis ha sido plenamente acogida por el Tribunal de esta ciudad toscana y ha condenado a 6 años de prisión a dos jóvenes de 27 años de Castiglion Fibochi , municipio de la provincia de Arezzo: Tres años por homicidio y otros tres por el intento de agresión sexual en grupo. Los condenados son Alessandro Albertoni, estudiante universitario y excampeón de motociclismo, y Luca Vanneschi, pequeño empresario.
El fiscal, Roberto Rossi , había pedido para los acusados siete años de prisión. Por el contrario, los defensores habían pedido la absolución, porque según su hipótesis se trató de un suicidio de la joven afectada años antes por una forma de depresión; o al menos, según la defensa, la muerte se produjo por un incidente. Como principal testigo, los dos abogados defensores presentaron el testimonio de Francisca Puga, camarera española del hotel, que contó haber visto desde la calle a la joven caer voluntariamente. Pero durante el proceso el fiscal demostró que desde aquella posición era imposible para la camarera comprender la dinámica del vuelo al vacío de la joven. Según el fiscal Rossi, la joven Martina huyó desesperadamente de los dos jóvenes que querían violarla e intentó salvarse tratando de alcanzar el balcón de la cámara adyacente. Pero Martina perdió el equilibrio y cayó al suelo desde el sexto piso.
Petición a la justicia española, que cerró el caso
Esta reconstrucción tira por tierra la que hicieron los investigadores españoles, criticados en Italia de actuar con prisas y a la ligera. La Policía Naciona l no encontró indicios de criminalidad y el juzgado de instrucción número 11 de Palma cerró el caso rápidamente , al considerar que la turista italiana se había caído accidentalmente. Pero se reabrió en Italia, con el envío a juicio, en noviembre 2017, de los dos jóvenes ahora condenados. Los padres de Martina, presentes en la sala al pronunciarse la sentencia, que la acogieron con emoción hasta las lágrimas, piden a la justicia española que haya una reparación moral.
Así lo ha expresado el abogado Luca Fanfani: «Sería oportuno que las autoridades judiciales españolas llamaran a Franca y Bruno, los padres de Martina, y les pidieran excusas en nombre de la nación. Durante siete años su hija ha sido descrita como una desequilibrada, su memoria ha sido llenada de fango. Esta sentencia nos devuelve la justa imagen de la joven: Una persona alegre, solar, inteligente y creativa». El fiscal Rossi ha tenido también palabras de elogio para los padres de la joven: « Quiero dirigir un pensamiento a los padres de Martina, que con gran dignidad y compostura, nunca dejaron de luchar ». Con emoción los padres, han dado las gracias al fiscal: « Esta sentencia no nos devuelve a nuestra hija, pero la justicia nos hace un poco más ligeros nuestros sufrimientos. Espero que alguien nos pida excusas algún día y que tenga un poco de moral», ha dicho Bruno, el padre de Martina, que cada día va al cementerio de Castelvecchio para rezar ante la tumba de su hija única.
El proceso y la sentencia ha tenido amplia repercusión en Italia, viéndose a Martina como una víctima de la violencia machista
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