Isla Mauricio lucha contra el vertido con pelo y caña de azúcar mientras se prepara para el peor escenario
El primer ministro reconoce que se han observado varias grietas en el casco del barco, con un serio riesgo de fractura
Las autoridades de Mauricio se hallan inmersas en una carrera urgente para vaciar cuanto antes de combustible el barco varado frente a la isla de Mauricio antes de que se parta en dos, lo que provocaría un gran desastre ecológico. «Es una carrera contrarreloj y no hay excusa para no tener éxito», declaró a Efe por teléfono Mokshanand Sunil Dowarkasing, asesor ambiental en Mauricio, una isla paradisiaca del océano Índico situada al este de Madagascar.
Helicópteros y buques cisterna se han desplegado en la costa este del país insular para sacar el combustible que queda en el carguero MV Wakashio, de propiedad japonesa y bandera de Panamá, que permanece encallado en una barrera de coral en la zona de Pointe d'Esny desde el pasado 25 de julio.
Mauritius is facing an 'ecological disaster' after a bulk carrier ran aground off the coast of the country and caused an oil spill https://t.co/yu9m2JD63R pic.twitter.com/sMzzT3T1AG
— Reuters (@Reuters) August 10, 2020
«No sé cuánto durará esa operación, pero espero que termine muy pronto porque es cada vez más evidente que el barco se romperá en dos» , subrayó Dowarkasing.
Cabello humano y hojas
El primer ministro Pravind Jugnauth reconoció el lunes que «el equipo de salvamento ha observado varias grietas en el casco del barco, lo que significa que nos enfrentamos a una situación muy grave». «Deberíamos prepararnos para el peor de los casos . Está claro que en algún momento la nave se desmoronará».
Las estimaciones apuntan a que el buque ha liberado ya unas mil toneladas de crudo y la mancha negra de combustible continúa moviéndose. Los conservacionistas han asegurado que están comenzando a encontrar peces muertos, así como aves marinas cubiertas de petróleo, lo que aumenta los temores de una catástrofe ecológica a pesar de una operación local masiva de limpieza que incluye la creación de barreras flotantes con hojas y cabello humano .
En concreto, los habitantes de Mauricio están haciendo barreras con hojas de caña de azúcar, botellas de plástico y cabello que la gente está donando voluntariamente y las deja flotar en el mar para evitar que se propague el derrame de petróleo, dijo a Reuters la residente de la isla Romina Tello.
«El cabello absorbe aceite pero no agua» , dijo Tello, fundadora de Mauricio Conscious, una agencia de ecoturismo, por teléfono. «Ha habido una gran campaña en la isla para conseguir pelo», dijo Tello, de 30 años, quien pasó el fin de semana ayudando a limpiar los lodos negros de los manglares.
Desastre natural
Este vertido está considerado ya una de las peores crisis de la historia de la isla, famosa por sus aguas cristalinas, albuferas y playas paradisiacas. La zona afectada es una región de arrecifes de coral, que llevaban unos quince años rehabilitándose , y también de gran diversidad marina y terrestre, con importantes reservas naturales a pocos kilómetros.
El oceanógrafo y experto medioambiental mauriciano Vassen Kauppaymuthoo estimó este lunes que se necesitarán «unos diez años para que el ecosistema marino se parezca a lo que era».
Pero el desastre no es solo natural, sino también económico, en una zona en la que cientos de familias viven de la pesca y el turismo, un sector que este año ya estaba sufriendo por el fuerte impacto de la pandemia de coronavirus.