Boris Johnson impone nuevas restricciones para controlar la pandemia y avisa que se mantendrán por seis meses
El nivel de alerta por la pandemia en Reino Unido aumenta de tres a cuatro
Hasta hace unos días, el gobierno británico enfatizó en todos sus mensajes la importancia de que la gente volviera a trabajar de forma presencial, con el objetivo de reactivar la maltrecha economía, consecuencia de la crisis del coronavirus. No obstante, durante una intervención en el Parlamento este martes, el primer ministro Boris Johnson confirmó que el nivel de alerta por la pandemia en Reino Unido aumentó de tres a cuatro , lo que significa que la transmisión es «alta o está aumentando exponencialmente» y anunció la puesta en marcha de nuevas restricciones para evitar que el virus se salga de control, entre ellas, que quienes puedan vuelvan a trabajar desde casa.
Tirando del refranero popular inglés, el premier justificó las medidas diciendo que «A stitch in time saves nine», lo que en España vendría a ser «una puntada a tiempo ahorra ciento» o «más vale prevenir, que curar». Por ello, el número de personas en las bodas se limitará a quince desde el próximo lunes , y además, a partir del jueves, todos los pubs, bares, restaurantes y la hostelería en general tendrán que cerrar a las diez de la noche, no se podrá consumir en la barra sino únicamente en la mesa y no se permiten reservas para más de seis personas, precisamente el número máximo permitido para reuniones también en otros espacios, públicos o privados. Los negocios estarán obligados por ley a tomar los datos de contacto de los clientes para poder rastrearlos en caso de que haya algún brote vinculado al lugar, una medida que hasta ahora era solo una recomendación y no una orden, y los empleados tendrá que usar mascarillas. Incumplir cualquiera de estas normas conlleva multas para los negocios.
Johnson advirtió que el gobierno «irá más lejos» si es necesario y afirmó que la población tiene que asumir que las nuevas reglas permanecerán en vigor seis meses, ya que Reino Unido ha alcanzado un «peligroso punto de inflexión». «Es ahora cuando debemos actuar. Si podemos frenar el número de infecciones diarias, podemos salvar vidas, proteger el NHS (el sistema nacional de salud) y proteger la economía», aseveró, y añadió que «a menos que logremos un progreso palpable, debemos asumir que las restricciones que he anunciado permanecerán vigentes durante quizás seis meses». De momento, los colegios y las universidades permanecerán abiertos .
El premier manifestó que medidas «solo funcionarán si la gente las cumple», por lo que se aplicarán sanciones más estrictas a los infractores: multas de 10.000 libras a quienes incumplan la cuarentena, tanto individuos como empresas, y 200 libras por no usar mascarilla.
Estas normas sin embargo aplican solo para Inglaterra, ya que los líderes de Escocia, Irlanda del Norte y Gales tienen potestad para marcar su propia hoja de ruta para combatir la pandemia. Se espera que la ministra principal de Escocia anuncie también hoy nuevas restricciones en el país.
En Irlanda del Norte, a partir de hoy a las seis de la tarde, hora local, no se permitirán las reuniones en interiores entre familias que vivan en diferentes casas, y no más de seis personas de dos hogares distintos podrán socializar en exteriores, incluyendo jardines privados, siempre y cuando se respete la distancia de seguridad.
A partir de esta noche entrarán en vigor medidas más estrictas en varias zonas Gales, entre ellas Bridgend, Blaenau Gwent y Newport: nadie podrá entrar o salir de los condados sin una «excusa razonable» y están prohibidas las reuniones de diferentes «burbujas» en interiores.
Keir Starmer, líder del Partido Laborista, dijo que apoya las medidas de Johnson, lo que no quita que critique severamente su manejo de la crisis y preguntó qué ayudas adicionales estarán disponibles para las empresas, además de que exigió un funcionamiento adecuado del sistema de test y rastreo de contactos. «Un segundo bloqueo no es inevitable», dijo, y añadió que sería un «fracaso del gobierno».