La Iglesia de Suecia ya tiene más sacerdotisas que sacerdotes
«La paridad llegó más rápido de lo que imaginábamos»

Por primera vez desde que se permitiera la ordenación de mujeres en 1960, la Iglesia de Suecia tiene más sacerdotisas que sacerdotes: la denominación luterana más grande de Europa que fue la iglesia oficial del Estado sueco hasta 2000 tiene a día de hoy 1.533 mujeres que sirven como sacerdotisas y 1.527 como sacerdotes. «En cierto modo, es un espejo de la sociedad», ha comentado la párroca Elisabeth Oberg Hansen después de dar un sermón en su pequeña iglesia de Estocolmo.
En 1982, el Parlamento sueco aprobó una ley que suprimía la «cláusula de conciencia» que permitía a los sacerdotes rechazar toda colaboración de una mujer y «la paridad llegó más rápido de lo que imaginñabamos», ha comentado la secretaria de la Iglesia sueca Cristina Grenholm: en 1990, un informe estimaba que las mujeres representarían la mitad del clero sueco hacia 2090; «finalmente solo llevó 30 años», agrega Grenholm.
«Es como debería ser», comenta Hansen. El año pasado, el Instituto Europeo para la Igualdad de Género clasificó a Suecia en la cima de su índice anual de igualdad, otorgando al país una puntuación de 83.6 en comparación con un promedio de 67.4 para la Unión Europea en su conjunto. Según Grenholm, una de las razones del fenómeno es el aumento progresivo de estudiantes en la enseñanza sacerdotal, sobre todo tras la separación entre Iglesia y Estado en 2000: en 2013, alrededor del 70% de los estudiantes para el sacerdocio eran mujeres.
Desde un punto de vista teológico, la paridad es fundamental para esta denominación: «Hoy, muchas parroquias tratan de tener un hombre y una mujer para dar la misa dominical», explica Grenholm. «Puesto que creemos que Dios creó a los seres humanos, tanto al hombre como a la mujeres, a su imagen, y es esencial que lo mostremos», agrega. Con todo, sigue existiendo una brecha salarial entre sacerdotes y sacerdotisas, estas últimas ganan alrededor de 215 euros menos. Esto sucede según Grenholm ya que los hombres siguen ocupando puestos jerárquicos más altos.
El camino de Suecia hacia la paridad de género se observa también en toda Escandinavia: con un número aproximadamente igual de hombres y mujeres en las filas del clero de las iglesias de Dinamarca y Noruega. La obispo sueca Eva Brunne , por su parte –quien se retiró después de una década al frente de la diócesis de Estocolmo y ayudó a impulsar la aceptación de las mujeres– enfatizó que no cree que el sacerdocio deba convertirse en una profesión abrumadoramente femenina.