La Iglesia de Francia venderá parte de sus propiedades para indemnizar a las víctimas de abusos
Se pone en manos de la Policía y de la Justicia tras asumir su responsabilidad
La Iglesia de Francia anuncia el inicio de un gran proceso de reforma de su gobernanza , poniéndose en manos de la policía y la justicia para perseguir la pedofilia y anunciando la venta de parte de su patrimonio inmobiliario y la posibilidad de endeudarse para «indemnizar» a muchas de las víctimas de agresiones, abusos y violaciones por parte de sacerdotes y laicos pedófilos entre 1950 y 2020. La decisión llega días después de que la Iglesia francesa reconociera su propia responsabilidad institucional en los abusos.
Triple primicia histórica. El viernes pasado, la Conferencia Episcopal Francesa reconoció esa responsabilidad institucional , tras las revelaciones de la Comisión independiente sobre los abusos sexuales en la Iglesia (Ciase), presidida por Jean-Marc Sauvé, vicepresidente honorario del Consejo de Estado.
Tras un largo fin de semana de reflexión colectiva, en Lourdes, monseñor Éric de Moulins-Beaufort, presidente de la Conferencia Episcopal, presentó la mañana del lunes un largo y angustiado 'mea culpa' colectivo, anunciando una revisión histórica de la Iglesia de Francia de su propio puesto en la más profunda de las crisis morales de su historia reciente.
Monseñor de Moulins-Beaufort, comenzó por esta declaración de principios:
«Hemos comprendido que necesitamos ayuda exterior. No estamos formados como investigadores, fiscales o jueces de instrucción. La Iglesia de Cristo no está hecha para afrontar los crímenes que la sociedad humana es capaz de condenar. Nosotros debemos abrirnos, incluso a los criminales, en la esperanza de que nunca es tarde para el arrepentimiento. Hoy debemos reafirmar nuestra confianza a los servicios de justicia y policía de nuestro país». Quizá por vez primera en su historia, la Iglesia de Francia acepta su «sumisión» a las investigaciones independientes de policías y fiscales que hayan investigado o pudieran investigar casos de pedofilia o abusos sexuales.
A partir de esa declaración de principios, de carácter moral, la Conferencia Episcopal anuncia la formación de grupos de trabajo, laicos y religiosos , que deberán hacer proposiciones concretas en estos terrenos sensibles: «Creación de un fondo financiero para apoyar ayuda a las víctimas». «Prevención y formación en el seno de la Iglesia». «Gobernanza y control en el seno de la Iglesia». «Responsabilidad y reconocimiento». Se trata del inicio de un vasto proceso de reflexión colectiva, que llevará su tiempo, antes de avanzar proposiciones concretas.
Esos grupos de trabajo deberán proponer acciones concretas de muy diversa índole. De entrada, la Conferencia ha confirmado una decisión sin duda histórica, sin precedentes de ninguna naturaleza: la Iglesia de Francia venderá parte de su patrimonio inmobiliario y podrá endeudarse, recurriendo a créditos bancarios o préstamos privados, para «indemnizar» ayudas de muy diversa índole a numerosas víctimas de la pederastia.
Afirmada su confianza en la policía y la justicia para perseguir la pedofilia , en su seno, la Conferencia Episcopal pide la intervención directa del Papa, el Vaticano, en un vasto proceso de reforma institucional, que Monseñor de Moulins-Beaufort, anunció en estos términos:
«Nuestras resoluciones son un ambicioso programa renovación de las prácticas y gobernanza de la Iglesia de Francia . Las transmitimos al Santo Padre. Pedimos al Papa que venga en nuestra ayuda, enviándonos a alguien de su confianza , para examinar la manera en que debemos tratar a las víctimas y sus agresores. Los grupos de trabajo que hemos creado trabajarán en estrecha colaboración con el enviado especial del Vaticano».
Como no podía ser de otro modo, la Conferencia Episcopal pide socorro al Papa: la reforma de la gobernanza institucional de la Iglesia, en este terreno, también tiene «flecos» indisociables del derecho canónico y las prácticas básicas, comenzando por el secreto de la confesión y el diálogo entre víctimas y culpables de muy distintos delitos de carácter individual.
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