La «Ibiza de los Alpes»: la inmunidad reactiva el turismo en el gran foco europeo del Covid
El gran foco europeo de la pandemia retoma su actividad como destino turístico
Jürgen lleva una mochila al hombro, Stefanie gafas de sol. Pasean despreocupados hasta encontrar una terraza en la que les sirven un café, en la Silvrettaplatz. Son las once de la mañana y están de vacaciones en Ischgl , el pueblo de montaña austríaco que en febrero se convirtió en epítome del fracaso en la crisis sanitaria y desde cuyas pistas de esquí se expandió el virus a los cinco continentes .
«Esa es exactamente la razón por la que estamos aquí», responde Jürgen, que viene de los alrededores de Ratisbona, en Alemania. «Creemos que es más seguro aquí que en cualquier otro lugar », explica Stefanie, «después de lo que ha pasado, Ischgl tendrá mucho cuidado de no dejar que pase nada más».
No son los únicos. Aunque no hay comparación con el ajetreo de las vacaciones de invierno, las calles de Ischgl vuelven a estar pobladas de caminantes, ciclistas de montaña y excursionistas. El teleférico sube prácticamente lleno de turstas que se sienten seguros y confiados. «En Allgäu tenemos que llevar mascarilla, aquí no. Solo eso significa vacaciones» , justifican Jessica y Hannelore, madre e hija. «Nos ha parecido el destino turístico más seguro», insite Emilie, que con su marido Danick y sus dos hijos ha llegado desde Bélgica para pasar unos días en los Alpes. Y la ciencia le da la razón.
La viróloga de la Universidad Médica de Innsbruck, Dorothee von Laer, ha sido la encargada de dirigir el seguimiento del virus en esta población de unos 1.500 habitantes . El testado sistemático de los locales ha demostrado que casi la mitad de ellos se infectaron en los meses de febrero y marzo. Los análisis realizados entre el 21 y el 27 de abril, en muestras de sangre y pruebas mucosas en garganta, probaron que el virus apenas estaba ya presente en el pueblo y que el 42,5% de los habitantes había desarrollado anticuerpos contra el Sars-Covid-19, aunque quizá lo más sorprendente es que la mayoría de los ya inmunes ni siquiera eran conscientes de haber superado la enfermedad.
Sólo el 15% de los individuos con anticuerpos recordaban haber sentido alguno de los síntomas , en su mayoría tos seca durante un par de días. El 85% no dio positivo en ninguno de los test y superó el virus sin saber que estaban enfermos. Durante toda la pandemia, Ischgl solo ha registrado dos fallecimientos.
Solo un 27% de los niños y adolescentes había desarrollado anticuerpos
«En ningún otro foco de infección se da ese porcentaje de población afectada, seguramente porque ningún otro foco ha sido hasta ahora estudiado de forma tan sistemática», concluye la doctora von Laer, que para garantizar la fiabilidad de los resultados repitió los test hasta cuatro veces. «Y otra conclusión significativa es que los niños y adolescentes menores de 18 años se infectaron un 30% menos que los adultos, solo un 27% de ellos había desarrollado anticuerpos». Ir por delante del resto de Europa, haber desarrollado este nivel de inmunidad, ha resultado muy positivo para la economía de Ischgl. La situación que amenazó con terminar con este tradicional destino turístico alpino ha derivado en incentivo.
«Las expectativas comenzaron siendo muy bajas para esta temporada. En realidad no teníamos ninguna», recuerda Andreas Steibl, Director Gerente de TVB, «pero ahora han llegado los primeros huéspedes y el nivel de reservas no es nada malo, más o menos como en los últimos dos años». El verano es un capítulo secundario del negocio, es a nieve lo que inyecta dinero para el resto del año y el responsable del turismo enfatiza: « ahora estamos preparados , algo como lo del invierno pasado no nos sucederá otra vez».
Las rutinas de trabajo han cambiado por completo en el sector. No solo todos los empleados deben ser examinados regularmente con PCR, también a los huéspedes se les ofrece un test gratuito tanto a su llegada como a su salida , aunque no tengan síntomas. «No lo vemos como una cuestión sanitaria, sino comercial. Estamos en el escaparate», precisa Steibl.
Los hoteles sufren la desconfianza
El primer fin de semana de reapertura ya superó las expectativas con 523 viajes en el teleférico el viernes que el domingo habían ascendido a 882, contabiliza el miembro de la junta local Günther Zangerl. Los hoteles, sin embargo, siguen sufriendo la desconfianza del público. El Hotel Yscla, propiedad del ex presidente de TVB Alfons Parth y obligado a cerrar en marzo, confiesa que «hay muchas cancelaciones y las reservas son todavía inciertas. La temporada de verano no comienza aquí hasta mediados de julio y seguimos esperando a ver qué pasa».
De vuelta en la zona peatonal, los turistas atribuyen la sensación de peligro al alarmismo de los medios de comunicación . «Pensé que todo era exagerado», dice Christian, molesto por las noticias sobre Ischgl en toda la prensa europea, «ha sido injusto para el lugar, para todos los que ponen su corazón y alma en él», culpabiliza este hombre de Wiesbaden que ha llegado con su hija en caravana.
«Mejor dejemos tranquilos a nuestros huéspedes», dice un camarero, ante las preguntas periodísticas a los clientes, «es precisamente debido a ustedes que tenemos tantos problemas». Achim, alemán de vacaciones con su esposa, comprende la actitud del camarero: «el público busca un relato fácil, alguien tiene que asumir el papel del hombre del saco, como ha pasado con la empresa Tönnies en Alemania, la prensa sigue ese juego. La realidad es que no hay coronavirus en Ischgl ahora mismo y que la comunidad ha sido un chivo expiatorio».
«Se nos ha avergonzado y estigmatizado en el mundo entero» , dice Annia, vendedora de souvenirs, «parecía que el nombre del pueblo iba a quedar ligado para siempre a la infección, por eso para nosotros es ahora tan importante recibir a los primeros turistas, estamos volcando en ellos todo nuestro cariño, porque han creído y han confiado en nosotros».
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