El hippy alemán, autor del incendio en Canarias, un joven solitario con antecedentes por maltrato animal

Compasión y rabia es el sentimiento que despierta Scott Verdine Stumpf entre los palmeros. Hace una semana este joven de 27 años de origen alemán se convertía en el responsable de uno de los incendios más graves de la historia de las Islas Canarias, con casi 5.000 hectáreas quemadas y una persona fallecida.

En su estilo de vida alternativa era normal para este hippy vivir en una cueva en el Barranco de Doña María, una zona protegida del municipio de El Paso, en La Palma y defecar a campo abierto. Sus extraños hábitos han acabado con un fallecido sobre la mesa: el brigada Francisco Santana, que luchaba contra las llamas. Además cinco niños se han quedado sin su padre: Aitami, Iruya, Urma, Nuga e Irga, todos con nombres bereberes.

El hippy alemán tenía además antecedentes por maltrato animal. En febrero de este año el joven fue detenido en la Comisaría de Maspalomas por golpear con puños, dar patadas y morder en el cuello a un perro pequeño en la vía pública. Pasó a disposición judicial y quedó en libertad.

Scott llegó a España hace cinco años después de abandonar una FP dual en Alemania y de estudiar luego panadería. Un día camino a sus prácticas, el joven perdió el rumbo y el contacto con sus familiares. Apareció entonces en La Palma. Las fotos de Scott de aquella época de estudiante no tienen nada que ver con este hippy con greñas que ha dejado perplejo a los canarios y se ha convertido en un chivo expiatorio, ya que mientras este joven llena las páginas de los periódicos nadie ha presentado su dimisión por permitir que una persona resida en un espacio natural protegido.

Sin perfil en las redes sociales, ni huella digital alguna, Scott se define como un antisistema. De hecho, el día del incendio tuvo que salir corriendo a buscar a la Guardia Civil porque no tenía móvil para dar aviso del fuego. Quienes le conocen aseguran que Scott no es una mala persona.