La «herencia» del ébola
Aparte de las lecciones que dejó el virus, los investigadores se pusieron manos a la obra, muchas veces bajo condiciones extremas, para encontrar la cura a esta mortal enfermedad
El brote de ébola que comenzó en diciembre de 2013 y que se declaró oficialmente el 23 de marzo de 2014 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) puso de manifiesto grandes deficiencias. Sistemas de salud deteriorados, falta de formación, falta de conocimiento, escasa ayuda externa cuando se trata de problemas «ajenos» (hasta que dejan de serlo), improvisión y arbietrariedad.
Sin embargo, este brote, el mayor en extensión geográfica, duración, números de casos y de fallecidos permitió que muchos laboratorios comenzaran a trabajar sobre soluciones a un virus con una alta tasas de mortalidad .
En este sentido, la «herencia» positiva que este brote ha dejado son algunos tratamientos experimentales que han mostrado relativa eficacia.
Se podría mencionar el antiviral de origen japonés Faripiravir (que se le administró a Teresa Romero). Se trata de un antiviral indicado para el tratamiento de la gripe en adultos. Comenzó a usarse en diciembre de 2014 en Guéckédou, Guinea.
Los resultados preliminares fueron anunciados en febrero de 2014: Había signos de eficacia en personas con baja viremia, consiguiendo una tasa de letalidad inferior si se tratan con Favipiravir.
El Brincidofovir , antiviral de amplio espectro. Se probó para otras enfermedades virales y se fabricó por Chimerix (EE.UU.) Comenzó a usarse en enero en Monrovia, Liberia. No hay datos concluyentes sobre su eficacia.
También forma parte de la lista uno de los más conocidos: el medicamento ZMapp . Se trata de un «cóctel» de tres anticuerpos que bloquea el virus y que se produce en plantas similares al tabaco. Contiene tres anticuerpos, el 13C6, el 13F6 y el 6D8 que son proteínas con la capacidad de reconocer a ciertas moléculas y unirse a ellas. Se unen a partículas con las que « encajan », pero no con otras. De hecho, este mecanismo es uno de los que usa el sistema inmune para defenderse de virus y bacterias. «El problema para conocer la verdadera eficacia del ZMapp es que se agotó . En otros casos, no se sabía si eran seguros o daban respuestas pobres», explica Juan Martínez Hernández, especialista en Medicina Preventiva y presidente de la Fundación para la Formación de la Organización Médico Colegial (OMC). El ZMpp fue utilizado en el tratamiento de Romero, pero nunca se supo si fue este o el faripiravir o el plasma o el conjunto de todos ellos lo que la ayudó a salir adelante.
Plasma y vacunas
El plasma de convaleciente (el plasma es la fracción líquida y acelular de la sangre y se ha probado en pacientes con ébola proveniente de otros que superaron la enfermedad aunque un reciente estudio ponía en duda su eficacia) ha sido una de las grandes esperanzas en tratamientos experimentales. Sin embargo, un estudio reciente puso en duda su eficacia . El estudio, publicado en «New England of Journal Medicine» concluyó que la esperanza de vida es casi idéntica entre un paciente que ha sido tratado con plasma y otro que no ha recibido ninguna transfusión, 31% frente a 38%. Los científicos han considerado que el margen de 7% entre ambos casos no es significativo y está lejos del objetivo inical de alcanzar un porcentaje de mortalidad de menos del 20%.
Por último, la vacuna rVSV-EBOV. La revista médica The Lancet publicó los resultados del ensayo el 31 de julio. Estos indicaban que la nueva vacuna es 100% eficaz diez días después de haber sido administrada a una persona que no estaba infectada. «Tras haber visto los efectos devastadores del ébola en las comunidades e incluso en países enteros con mis propios ojos, estoy muy contento por la noticia», afirmó Børge Brende , ministro de Exteriores de Noruega.
También se añade a la lista una recién descubierta inmunoterapia parecida al ZMapp que ataca todos los tipos de cepas existentes. Investigadores del «Albert Einstein College of Medicine» y del «U.S. Army Medical Research Institute of Infectious Diseases» diseñadron los primeros anticuerpos que podrían neutralizar dos de las cepas más mortíferas de ébola . El estudio se publicó en la publicación «Scientific Reports».
Sin embargo, aclara Martínez Hernández , «no se sabe en qué cuantía funcionan porque no se pudieron hacer ensayos clínicos normales ya que se actuó con criterios de emergencia sanitaria. No hay certeza desde un punto de vista terapéutico».