«Me gusta pensar que, aunque soy mayor, todavía sirvo para hacer muchas cosas»

«El voluntariado te regala mucho más de lo que tú das». Esta es la frase que pronuncian con asiduidad quienes dedican su tiempo a mejorar vidas ajenas. La repite también Marta Fernández, una orgullosa voluntaria que, tras jubilarse, no dudó en invertir su tiempo en la reconfortante labor de hacer feliz a la gente. Como muchos voluntarios, Marta lleva a cabo su labor en el marco del programa CiberCaixa Solidaria en Régimen Abierto, impulsado por Obra Social «la Caixa» y que brinda a reclusos en situación de tercer grado penitenciario la oportunidad de adquirir habilidades y destrezas digitales que podrán emplear de cara a su periodo de rehabilitación.

«Desde el año 2011 me dedico por completo a esta iniciativa. Mi tarea consiste en impartir clases de informática a enfermos mentales y a reclusos en régimen abierto. No solo eso, sino que también leemos mucho y, cada cierto tiempo, organizamos tertulias literarias para comentar una u otra obra». A sus 70 años, Marta asegura no saber si, en realidad, es ella quien está recibiendo ayuda dedicándose al voluntariado. «Creo que me ayudan más ellos a mi que yo a ellos. Cada vez que acudo al centro me siento como en casa». Tal y como apunta la voluntaria, resulta «ciertamente gratificante ayudar a todas estas personas a salir de los entornos marginales en los que se mueven. Me gusta pensar que, aunque soy mayor, todavía sirvo para hacer muchas cosas».

La iniciativa, promovida por Obra Social «la Caixa» en colaboración con la Secretaría General de Insituciones Penitenciarias, tiene como principal objetivo reducir el analfabetismo digital de la población penitenciaria en nuestro país. El programa, en el que participan voluntarios del programa de Personas Mayores de la citada entidad, aspira a crear un lugar de aprendizaje digital y en el que, además, los reclusos con un horizonte cercano de libertad puedan recibir una educación en valores.

«Todo el mundo, sobre todo las personas mayores, deberían probar el voluntariado. Gracias a él he conocido a grandes amigos y tengo un nuevo objetivo en la vida. Yo lo tengo claro, continuaré hasta que el cuerpo aguante».