«Guerra» entre Italia e Israel por las «alcachofas a la judía»
El supremo órgano religioso israelí considera que este plato, símbolo de la gastronomía judío-romana, «no es kosher»
Las alcachofas a la judía, uno de los símbolos más antiguos de la gastronomía judío-romana y uno de sus manjares , ha generado una llamativa polémica entre Italia e Israel. El origen de la disputa está en las rígidas reglas alimentarias basadas en la leyes religiosas judías.
El Gran Rabinato de Israel, supremo órgano religioso israelí, dice que las alcachofas a la judía «no es un plato kosher» , es decir, no es apto o compatible con las reglas alimentarias judías. «El corazón de la alcachofa está lleno de gusanos y parásitos, no se puede limpiar bien», afirmó Yitzhak Arazi, del Gran Rabinato israelí, añadiendo que «no se trata de una decisión nuestra , sino que es la ley religiosa judía».
La alcachofa a la judía al estilo de Roma se fríe en aceite de oliva y abierta en forma de rosa. El Gran Rabinato propone partirla en cuatro pedazos , para lavarla bien y tener la seguridad de que no tiene parásitos a la hora de freírla.
En la comunidad judía romana no han sentado bien las declaraciones y consejos procedentes del Gran Rabinato . Se destaca que la alcachofa de Roma tiene una particularidad: es muy cerrada y, por tanto, es muy difícil que pueda anidar gusanos; además hay una manera de limpiarla : Se cortan las hojas más duras, después se mete en agua con limón y se fríe en aceite muy caliente para que la alcachofa esté c rujiente .
Receta romana
Según Claudio Ceccarelli, del restaurante Giggeto, uno de los más famosos y antiguos del barrio judío de Roma, jamás en su vida se encontró un gusano dentro de una alcachofa. Hay también quien responde con ironía, como Umberto Pavoncello, del restaurante Kosher Nonna Betta, muy conocido también en el barrio judío de la ciudad eterna: «Hace casi 600 años que comemos este plato preparado con la receta típica romana. Ahora voy a estar preocupado por las almas de todos aquellos que han comido las alcachofas durante siglos. Espero que no les ocurra nada malo».
En definitiva, aunque le pese al Gran Rabinato de Israel, en Roma se continuará a comer las alcachofas a la judía por los siglos de los siglos.
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