El guardia civil que sacó a Julen del pozo: «No estaba vivo, eso es lo peor. Pero lo hemos dado todo»
El agente del GREIM estaba mentalizado, pero tras dejar el cadáver del niño en la carpa se fue solo a un lugar apartado y se derrumbó
A Nicolás Rando la noticia de la desaparición del pequeño Julen el pasado 13 de enero le llegó en su día libre, mientras pasaba el día con su mujer y su hijo de 4 años. El lunes 14, este agente del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil llegó a Totalán y ya no abandonó el lugar hasta que el sábado salió del pozo con Julen en brazos.
« Me tocó a mí », relata al Diario Sur antes de confesar que a partir de ahí, tuvo sensaciones encontradas. «Un cierto alivio por haber terminado el trabajo. Pero enfurecido por el resultado. No le doy vueltas. Hemos movido tierra como parar siete aviones, hemos conseguido llegar a él y lo hemos sacado. No estaba vivo, eso es lo peor. Pero lo hemos dado todo », explica a los periodistas Juan Cano, Álvaro Frías y Fernando Torres.
El guardia civil continúa reconociendo que le consuela «un poco» saber que la autopsia ha determinado que Julen murió el mismo día de la caída y no esperando el rescate.
Dice Nico que a él le tocó bajar después de «la segunda» microvoladura, en el tercer o cuarto descenso. «Es una sensación extraña, rara, bajar por un tubo de hierro. Yo me he metido en agujeros más estrechos y claustrofóbicos, pero aquello… Miras hacia arriba y piensas: 'Si pasa algo aquí…'», cuenta.
El agente estaba mentalizado, porque dada su condición de experto en rescate en montaña «sabía que iba a tener que hacerlo», pero no por eso, una vez llevó el cadáver del pequeño a la carpa donde esperaban los forenses, se retiró a un lugar apartado donde se derrumbó. Sigue leyendo en el Diario Sur cómo fueron los 13 días del rescate, contados por el guardia civil que sacó a Julen del pozo.
Noticias relacionadas