Groenlandia da luz verde a la venta de su agua del deshielo
El gobierno de este territorio ártico asume que la capa de hielo se derrite de manera imparable y decide sacar provecho. Ya ha dado las primeras licencias
Uno de los más perceptibles impactos del calentamiento global es la pérdida de masa de hielo en Groenlandia . El final de la «Pequeña Edad de Hielo», cuyos últimos coletazos tuvieron lugar a finales del siglo XIX, está convirtiendo el manto de hielo en multitud de lagos de fusión de glaciares y ríos que desaguan dulce al mar. El mundo entero observa este retroceso de la criosfera como una catástrofe, pero el gobierno de Groenlandia hace de la necesidad virtud y abre nicho de negocio. Al fin y al cabo, el calentamiento también tiene como consecuencia la carencia de agua en otros puntos del planeta , así que Groenlandia se propone exportar el agua de la fusión y convertirla en beneficios económicos para el país.
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«Por supuesto, somos conscientes de que el cambio climático está contribuyendo al derretimiento del hielo », ha explicado al diario alemán «Tagesspiegel» el ministro de Energía de Groenlandia, Jess Svane, «pero también de que la escasez de agua en el mundo aumentará». «Creemos que podemos convertirlo en un producto comercializable que no existe en otros lugares y que tendrá su demanda», defiende.
Apagar la sed
Por el momento han sido concedidas licencias estatales a nueve proyectos para exportar agua y hay otras siete disponibles. «Pero queremos expandirnos y compartir nuestra agua con el resto del planeta», dice Svane. Depende de las empresas decidir a qué mercados exportan el agua de Groenlandia . El gobierno aporta la denominación de origen y una campaña publicitaria. «Ahora le decimos al mundo: tenemos grandes cantidades del agua más pura y ofrecemos este recurso», anuncia orgullos Svane.
Hay que advertir que no se trata de agua barata, precisamente . La marca Iluliaq, una de las primeras en exportar y considerada la séptima en la lista de las aguas más lujosas del mundo, se vende a 50 euros la botella. Los consumidores la aprecian por tratarse de agua exclusiva de iceberg, que se obtiene de un glaciar ubicado en la costa oeste de Groenlandia, el glaciar Smerq Kujalleq, un lugar que fue nombrado Patrimonio Mundial de la Unesco en 2004. Es agua que proviene del hielo o de nieve derretida que nunca ha estado en contacto con la tierra y compite en el mercado con otra marca gourmet procedente de Islandia, Acqua di Cristallo, embotellada en oro de 24 kilates y que ha llegado a alcanzar los 60.000 euros la botella .
Hasta ahora, la economía de Groenlandia dependía en un 90% de la pesca y los esfuerzos de diversificación de la administración local han chocado a menudo con el gobierno de Dinamarca, fundamentalmente por fomentar perforaciones petrolíferas. Pero Svane apuesta por la venta de agua, por el turismo y por atraer la operación de centros de datos con electricidad limpia y más conexiones de barcos. «Vivimos una era de cambios y hemos de adaptarnos», dice, «el agua es un producto que se puede comercializar como otro cualquiera y disponemos de él en gran cantidad y de una excelente calidad, así que se trata de aprovechar nuestros recursos y de aprender a mirar diferente, para ver el vaso del deshielo medio lleno».