Goya y Guerra Civil para luchar contra la despoblación

Nace en Aragón la asociación TerritorioGoya con el objetivo de frenar la despoblación en la zaragozana comarca de Belchite

Miembros de la asociación TerritorioGoya, en su presentación en la Fundación Telefónica

Gonzalo Zanza

Cultura como arma contra la despoblación. Este es el objetivo fundacional de la asociación TerritorioGoya , una entidad que nace desde el Campo de Belchite , la comarca que suma el nombre del viejo pueblo de la Guerra Civil con el de Fuendetodos , la patria chica de Francisco de Goya, con el fin de detener los estragos del sistemático vaciamiento de sus pueblos desde mediados de los años 50. Bajo la presidencia del ingeniero Julio Martínez Calzón , la asociación integra a artistas como Ricardo Calero , principal impulsor de la entidad; periodistas, Gervasio Sánchez; gestores culturales, Rosina Gómez-Baeza, Teresa Luesma y Lucía Ybarra; arquitectos, Daniel Olano; catedráticos, José Luis Jiménez... pasando por economistas, empresarios y geógrafos entre otras profesiones, así como a los alcaldes de Belchite y Fuendetodos.

La asociación, que fue presentada en la Fundación Telefónica en Madrid, une a la obra de Goya el simbolismo del pueblo viejo de Belchite, testimonio de los desastres de la guerra. Por eso, quiere impulsar actividades que conciencien a los habitantes de la zona y que generen turismo cultural, así como sendos centros culturales: uno de interpretación artística en el que iba a ser Museo Nacional del Grabado en Fuendetodos (con sus obras inacabadas por la crisis) y otro de documentación en Belchite que sirva para investigar y divulgar las experiencias de recuperación en los «territorios devastados».

Los pueblos natales de Shakespeare, Stratford-upon-Avon; de Bach, Eisenach; y de Dalí, Figueras, son los modelos para el Fuendetodos del futuro

Durante la presentación de la entidad civil, Martínez Calzón citó como referentes modélicos para el Fuendetodos del futuro los pueblos de Stratford-upon-Avon de Shakespeare en Inglaterra, Eisenach de Juan Sebastian Bach en Alemania o el más cercano de Figueras de Salvador Dalí. La asociación quiere desarrollar «a modo de laboratorio de ideas y proyectos, acciones colaborativas en los ámbitos del arte, la ciencia, la tecnología y la sociedad; entendiendo con claridad que dicho territorio se sitúa plenamente en esa aciaga situación de continua pérdida de habitantes». Para los fundadores de la entidad civil se trata de tender puentes entre los mundos rural y urbano, «naturaleza y humanidad, propias del ámbito rural, y cultura y tecnología inteligente, activamente desarrollados en el urbano», asegura su presidente.

¿Qué une a Fuendetodos-Goya con Belchite-pueblo viejo?: algo fundamental como es «su incansable canto a la paz, denuncia de la guerra, y descalificación a través de su arte de la envidia y la ignorancia, que han ceñido tristemente al espíritu español; pero a la vez, con una exaltación profunda de la concordia y el raciocinio, para erradicar tales afecciones», mantiene el presidente de la asociación. En este sentido, José Manuel Matilla, jefe de Conservación de Dibujos y Estampas del Museo del Prado, cree que «no se puede ser complaciente con la obra de Goya» sino que hay que exhibirla bajo la premisa de que es «una crítica hacia el control ideológico de las masas, contra el abuso de los poderes, contra la violencia».

Sarajevo y Belchite-viejo

El centro goyesco de Fuendetodos se centraría en la investigación, difusión y atención al pensamiento y obra del pintor. Contaría con unos tres mil originales de obra gráfica de artistas españoles actuales que han desarrollado su trabajo en los talleres artísticos que desde hace tres décadas se realizan en la localidad zaragozana, grandes pantallas de altísima resolución para desentrañar la totalidad de la obra de Goya, un centro documental y el territorio, en el que se desarrollarían actividades relacionadas con el land art y vinculadas a las memoria y tradiciones de los habitantes de la comarca.

La asociación ya ha comenzado a trabajar sobre el terreno. Una exposición, «Los ojos de la guerra», que enfrenta las fotografías que Gervasio Sánchez tomó en el sitio de Sarajevo con las ruinas de Belchite viejo, ha sido su primera actividad.

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