El Gobierno no hará una prueba única de Selectividad pese a la polémica sobre la diferente dificultad por comunidades
Así lo señala la orden por la que se determinan las características, el diseño y el contenido de la prueba que se debate este martes en el Consejo Escolar del Estado
Pese a la polémica generada el año pasado cuando empezaron los exámenes, sumada a la denuncia de los alumnos de la Comunidad Valenciana por la elevada dificultad del examen de Matemáticas y la petición, en consecuencia, de una prueba única para toda España (una demanda encabezada por Castilla y León en los últimos años y que encontró eco en PP y Ciudadanos, que se sumaron a la petición), el Gobierno de Sánchez ha decidido mantener la EBAU tal como la conocemos hasta hoy. Será la misma que la del PP de hace dos años (ya que el año pasado no se aprobó ninguna orden en este sentido).
Así puede comprobarse en la orden por la que se determinan las características, el diseño y el contenido de la evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad a la que ha tenido acceso ABC y que debate este martes la Comisión Permanente del Consejo Escolar del Estado (máximo órgano consultivo del Estado en materia de educación).
En el texto, se deja claro que no habrá prueba única sino que «las administraciones educativas, en colaboración con las universidades, organizarán la realización material de las pruebas que configuran la evaluación de Bachillerato para el acceso a la Universidad». Además, señala que las pruebas deberán finalizar antes del día 18 de junio de 2020 .
Por otro lado, el Consejo Escolar, ha emitido para el debate de este martes su informe de la ponencia en el que si bien reconoce la conveniencia de mantener la misma Selectividad por cuestiones de tiempo (hasta hace una semana había un Ministerio de Educación en funciones que no podía retrasar más la aprobación porque las comunidades y los centros necesitan conocer ya las fechas y estructura) sí recomienda hacer algunos cambios en el futuro.
«El Consejo Escolar recomienda a los ministerios responsables, a las administraciones educativas y a las universidades que incluyan, en el marco de debate sobre la nueva ley educativa , la elaboración de unas directrices para el acceso a la universidad que respondan a las exigencias sociales de rigor, calidad y equidad».
La ministra de Educación, Isabel Celaá, aseguró cuando se generó la polémica que no se crearía una única Selectividad : «Si por única entendemos exacta, no, no es necesario, sería un empobrecimiento del currículo». Sin embargo sí aclaró que el Gobierno garantizaría «la equidad» para que las pruebas «tengan el mismo grado de dificultad». «Si en un sitio una falta ortográfica se puntúa de manera muy negativa hasta descontar equis puntos, y en otro no, esa es una diferencia que se puede corregir y creemos que las comunidades autónomas estarán en disposición de aunar criterio», dijo entonces.
El Gobierno también se comprometió a crear un grupo de trabajo que pueda detecar y corregir las «incidencias» que puedan existir en el nivel de dificultad en las pruebas entre comunidades.
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