Holanda pretende autorizar la eutanasia para niños menores de 12 años
Hasta ahora, en casos desesperados los médicos solo pueden brindar cuidados paliativos, como sedación, o suspender la nutrición durante un período prolongado hasta que el paciente fallezca
El Gobierno holandés va a enviar al parlamento una reforma legal que permitirá administrar la eutanasia -es decir acabar con su vida- a niños de entre 1 y 12 años que sufran una enfermedad terminal, según anunció el ministro de Salud, Hugo de Jonge. El ministro asegura en una carta enviada a la cámara legislativa que esta opción de poner voluntariamente fin a la vida de menores debe ser posible para «un pequeño grupo de niños con enfermedades terminales que agonizan sin esperanza y un sufrimiento insoportable».
Según sus datos, afectará a entre cinco y diez niños al año que sufren «como consecuencia en algunos casos de forma innecesaria, durante mucho tiempo, sin perspectivas de mejora». Eso es lo que el ministro cree que sería «la mejor atención posible para este grupo de niños con enfermedades terminales».
Hasta ahora, en casos desesperados los médicos solo pueden brindar cuidados paliativos , como sedación, o suspender la nutrición durante un período prolongado hasta que el paciente fallezca. Según el ministro los médicos le han planteado que existe una zona legalmente confusa entre los cuidados paliativos normales y la terminación activa de la vida. Los bebés de menos de un año también pueden ser sometidos a esta práctica, con el consentimiento de los padres.
En la carta, el ministro afirma que los cuatro partidos de la coalición que gobierna en los Paises Bajos, formada por diferentes ideologías, ya han acordado establecer un esquema legal, junto a la Fiscalía y otros grupos profesionales como la asociación holandesa de pediatras, que proteja al «personal sanitario, a los padres y los derechos de los niños».
Es muy probable que la iniciativa encuentre el apoyo de una mayoría parlamentaria . Desde 2014, en Bélgica existe una ley de eutanasia para menores de edad, pero habla de aquellos que tienen una «capacidad de discernimiento» y no antes de los 12 años, un periodo este en el que el legislador belga entendió que los menores son demasiado pequeños para ser capaces de entender que la decisión que les lleva a la muerte es algo definitivo e irreversible, por lo que fueron excluidos de la disposición.
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