El Gobierno mantiene su pulso a Madrid pero duda sobre cuándo tomar el mando
Illa amaga con intervenir la región tras su reunión fallida con el titular de Sanidad autonómico. Madrid ve mejoras pero el Gobierno asegura que la pandemia sigue fuera de control
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Se mantiene el pulso entre el Gobierno de España y la Comunidad de Madrid sin que ninguna de las partes esté dispuesta a ceder, pero sin que todavía el Ejecutivo de Pedro Sánchez se aventure a tomar el control. Ambas partes volvieron a sentarse este lunes frente a frente. No hubo avances pero tampoco ruptura total tras el encuentro que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, mantuvo con el Consejero de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero. Este martes se mantendrá una nueva reunión del grupo de trabajo Covid-19 en la que el Ejecutivo dijo esperar un cambio de actitud por parte de la Comunidad de Madrid. El Gobierno ha estudiado fórmulas de intervención, pero las dudas para hacerlo se enmarcan más en el coste político de las mismas , y en la ponderación de que es preferible aguantar la decisión en busca de un punto de flaqueza en el Ejecutivo de Díaz Ayuso.
Las dos partes esgrimen datos para argumentar su posición. La región defiende que las medidas ya adoptadas están funcionando. El ministerio de Sanidad esboza un panorama desalentador con una pandemia «fuera de control» y destacando la existencia de transmisión comunitaria.
El Gobierno central ha trasladado el mensaje de que está dispuesto a intervenir en la Comunidad de Madrid y tomar el control de la gestión de esta crisis sanitaria. Admite que «ya vamos tarde» pero por otro lado sigue resistiéndose a la intervención. Tras su reunión con Ruiz Escudero el ministro Illa compareció en La Moncloa acompañado de Fernando Simón. Y aunque el tono de sus advertencias mantuvo el nivel de exigencia a la Comunidad de Madrid, no quiso poner ningún plazo para que Isabel Díaz Ayuso rectifique: «Estamos en el escenario de emplazar de nuevo a la Comunidad de Madrid a que adopte estas medidas lo antes posible», dijo Illa. Y no se movió de ahí pese al aluvión de preguntas que llegaban en ese sentido. Transmitió incluso que las medidas las debe tomar la autoridad sanitaria de la Comunidad de Madrid.
Pero la reunión de este lunes sí que aparece como un nuevo hito del que esperar alguna decisión. «Esperamos que ahí tengamos una respuesta satisfactoria», dijo Illa. Las medidas que el Gobierno cree que hay que aplicar en la región extenderían las medidas restrictivas a toda la capital y a los municipios con una incidencia de contagio superior a los 500 casos por cada 1.000 habitantes. Preguntado por si ese baremo se utilizará en el resto de España, ni Illa ni Simón dieron muestra de caminar en esa dirección porque insistieron en que «Madrid es un caso especial» por su densidad y la movilidad de la población. Esta cuestión no es menor, porque la Comun idad de Madrid ha transmitido que podría aceptar ese planteamiento si fuese común para el conjunto del país.
Cruce de datos
El ministro de Sanidad emplazó a Díaz Ayuso a que «se deje ayudar», advirtiendo de que «cuanto más tardemos más duras serán las medidas que tendremos que aplicar». El Gobierno justifica sus exigencias en que los positivos en la Comunidad de Madrid sigue presentando cerca de un 40 por ciento de casos del total de nuestro país. Con un indice positividad del 20,7 por ciento en los test que se realizan. «No hay que tomárselo como un juego. No está tomado el control de la pandemia», dijo Illa.
Ni un paso atrás
Sin embargo, en Madrid, el Gobierno de Ayuso no se mueve ni un centímetro. Mantienen que su mayor deseo es «avanzar y colaborar» con el Gobierno Central, a la vez que reclaman su ayuda porque dadas las especiales circunstancias de Madrid -alta densidad de población o ser centro de la red de comunicaciones estatal- la necesitan.
Pero no bajan las manos: las medidas que han aplicado, aseguran, están «avaladas por expertos de la consejería de Sanidad», mientras que el Ministerio del ramo «cambió de criterio y sin darnos ni un documento firmado por nadie ni avalado».
Esta misma argumentación es la que siguió anoche el consejero madrileño de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, tras reunirse con Illa y presenciar que éste remataba la tarde con una rueda de prensa en la que volvía a amagar con la intervención . Primero, quiso dejarle claro al ministro que «los primeros preocupados por la situación en Madrid somos nosotros», y también que «nunca» se habían planteado la lucha contra la pandemia «como una batalla ideológica».
Pero recomendó a Sanidad que no se fije únicamente en las cifras de contagios -que en Madrid son muy altas, entre otras cosas, por la cantidad de test PCR que realiza, 150.000 semanales-, sino también en la capacidad de respuesta asistencial. Sólo valorando esta ecuación, concluyó, podrá entender que la estrategia que se está siguiendo es adecuada, porque «si algo ha demostrado la Comunidad de Madrid es su capacidad asistencial».
En este momento, insistió, no hay problemas para atender a los pacientes Covid en los hospitales, ya que estos cuentan con «planes de elasticidad» que transforman zonas que se usan para otros pacientes y las convierten en zonas Covid cuando es necesario.
No aceptar imposiciones
El consejero fue muy claro: «No contemplamos la intervención» porque «nadie lo ha planteado en ningún momento» en la reunión con Illa, asegura. En todo caso, insiste, «no podríamos aceptar una imposición en ese sentido». Y cree que «esa vía sería muy difícil de entender para muchos madrileños. Espero que no tengan ni la tentación».
Por eso, espera la justificación técnica de ese nuevo criterio que el ministro de Sanidad utiliza para pedir el cierre de Madrid, mientras se muestra partidario de mantener la cooperación entre ambos gobiernos.