Los glaciólogos que certificaron la velocidad sin precedentes del cambio climático ganan el premio Fronteras
Ellen Mosley-Thompson y Lonnie Thompson, pioneros en la investigación de las masas heladas en alta montaña, han sido galardonados con el premio Fundación BBVA
Ella fue la primera mujer que dirigió una expedición a la Antártida. Él, el científico que obtuvo la primera muestra milenaria de hielo fuera de los polos, en un glaciar de alta montaña, cuando todos decían que era imposible lograrlo. El matrimonio de glaciólogos Ellen Mosley-Thompson y Lonnie Thompson (ambos nacidos en 1948, en EE.UU.) ha dedicado su vida al análisis de ‘yacimientos’ helados –a través de los llamados ‘testigos’– en zonas donde nunca antes se habían obtenido y que contienen una valiosísima información histórica sobre la variabilidad natural del clima. Sus datos han permitido certificar que las concentraciones atmosféricas actuales de gases de efecto invernadero no tienen precedentes y que el cambio actual se caracteriza por su rapidez. Una contribución que ha sido reconocida este miércoles con el prestigioso Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Cambio Climático.
En el hielo quedan atrapadas burbujas de aire, con la historia de las variaciones en el dióxido de carbono, metano y otros gases. Así que a través de casi 80 expediciones desde los años 70, los Thompson han creado una biblioteca de registros climáticos que se remonta miles de años , e incluso cientos de miles de años, y que hoy, ante la rápida desaparición de los glaciares, en especial los de alta montaña, son prácticamente irrepetibles.
«Los testigos de hielo se han extraído de lugares que probablemente nunca volverán a ser visitados −dice el acta del jurado− y por ello se han convertido en una parte de nuestro patrimonio natural y cultural». Las muestras se obtienen perforando y extrayendo catas cilíndricas de hielo, llamadas testigos. En los polos este registro helado permite retroceder hasta hace 800.000 años −muestras obtenidas en la Antártida en perforaciones de 3.200 metros−, y en los glaciares de alta montaña, hasta hace 20.000 años.
Su investigación ha constatado, por ejemplo, un retroceso de hasta un 93% en los glaciares en Nueva Guinea, en un periodo de 39 años (1980-2018), un 71% en Kilimanjaro (1987-2018), y un 46% en el glaciar peruano de Quelccaya (1976-2020). «Este proceso acelerado de deshielo indica un significativo impacto de la actividad humana», afirmó ayer Lonnie Thompson.
Catedráticos en el Byrd Polar and Climate Research Center (BPRC), de la Universidad Estatal de Ohio (EEUU), los Thompson son pioneros en la investigación de las masas heladas en alta montaña, cuyo acceso requiere expediciones complejas. Son «enormemente valiosas» –ha señalado tras el fallo el oceanógrafo Carlos Duarte, secretario del jurado− porque son el único registro climático detallado que permite relacionar las variaciones en el clima con el auge y colapso de antiguas civilizaciones como la inca, entre otras.
Además, junto a las burbujas de aire, en el hielo ha quedado atrapado polen y otras impurezas que informan de la evolución de ecosistemas como la selva amazónica y sobre la duración de las corrientes oceánicas de El Niño y La Niña, fenómenos de gran peso en el sistema climático.
En las últimas cuatro décadas, Ellen Mosley-Thompson ha dirigido nueve expediciones a la Antártida y seis a Groenlandia . Lonnie Thompson ha encabezado medio centenar de expediciones a glaciares de alta montaña en el Himalaya, el Kilimanjaro y los Andes. Una de las más recientes tuvo lugar en 2019, al Huascarán, uno de los picos más altos de los Andes peruanos; pese a las condiciones extremas de alta montaña, con nieve perpetua y falta de oxígeno, extrajeron un testigo de hielo de 471 metros.
Sistema de «alerta temprana»
En su nombre y en el de Ellen, convaleciente de una enfermedad, Lonnie Thompson ha querido expresar, en una entrevista concedida nada más conocer el fallo, su satisfacción por recibir el premio y ha destacado cómo su descubrimiento más importante a lo largo de sus décadas de investigación es que «los glaciares son un sistema de alerta temprana para el planeta» , dada su alta sensibilidad a las variaciones del clima.
«Los glaciares», explica, «no solo son registros del clima pasado, sino también indicadores del clima actual . En las burbujas de aire, tenemos la historia de variaciones en el dióxido de carbono, metano y todos los gases que nos preocupan de cara a los próximos 100 años».
Cuando empezaron sus expediciones, en los años setenta, Thompson recuerda que «el cambio climático no era una preocupación», pero su investigación ha constatado que los glaciares «no solo están retrocediendo, sino que lo están haciendo cada vez más rápidamente».
El acta del jurado da cuenta del papel de los Thompson como observadores y registradores de glaciares en vías de extinción: «Los datos que obtuvieron con enorme esfuerzo durante una impresionante serie de 78 expediciones a regiones de gran altitud en los Andes, el Himalaya y el Kilimanjaro han enriquecido la interpretación del cambio climático en el registro de los testigos de hielo, y han documentado la variabilidad climática tropical y sus impactos en ecosistemas y sociedades», señala el acta.
Los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, creados en 2008 y dotados con 400.000 euros en cada una de sus ocho categorías, reconocen e incentivan contribuciones de singular impacto en la ciencia, la tecnología, las humanidades y la música. El objetivo de los galardones es celebrar y promover el valor del conocimiento como un bien público sin fronteras.