Fundador de Ayuda en Acción

Gonzalo Crespí de Valldaura (1936-2022)

Bajo su presidencia, la fundación se convirtió en un modelo de cooperación de nuestro país

Gonzalo Crespí de Valldaura

El pasado viernes, junto a Geni, su mujer, en su entorno familiar más próximo y rodeado de sus libros, falleció en Madrid Gonzalo Crespí de Valldaura, conde de Orgaz.

Esta inesperada noticia me anima a evocar su figura y lo que significó para muchos de nosotros. En mi caso, especialmente por nuestra vinculación a la organización para el desarrollo Ayuda en Acción, en la que tuve la fortuna de colaborar con él varios años como patrono y el honor de sucederle como presidente hace ya algún tiempo. Gonzalo era un personaje singular, en el que se identificaban rasgos que me gustaría destacar. En Gonzalo tuvo un papel central su vida intelectual y académica, solo superado por la atención y el cariño que siempre dispensó a su numerosa familia. Una vez finalizados sus estudios de economía, para facilitar su actividad profesional, se licenció en Historia y leyó su tesis doctoral en el ámbito de la historia medieval. Siempre tuvo un claro, y pudoroso compromiso con la sociedad, con cuya mejora en términos de libertad y de solidaridad le parecía urgente comprometerse. Y ello le llevó, hace algo más de 40 años, a fundar en España la entidad Ayuda en Acción, siguiendo de cerca los criterios organizativos y los objetivos de la fundación inglesa Action Aid, a partir de sus excelentes contactos con personalidades académicas y sociales de aquel país, que tan bien conocía.

Ayuda en Acción pronto se convirtió, bajo la presidencia de Gonzalo, en un modelo de cooperación de nuestro país. Hizo de Ayuda en Acción una entidad que se pone al lado de las personas y comunidades, en ámbitos con especiales dificultades, para, con ellos, impulsar procesos de desarrollo sostenible, cambiando las capacidades de dichas personas y creando áreas de desarrollo. La vocación de permanencia de este apoyo exige una financiación recurrente que se diseñó a partir de la figura del apadrinamiento.

Cuando en 2003 tuve el honor de sustituir, a petición suya, a Gonzalo, Ayuda en Acción tenía más de 160.000 socios y estaba presente en multitud de países, principalmente de Centroamérica y Sudamérica. El proyecto que Gonzalo, y el grupo al que contagió su entusiasmo, se convirtió bien pronto en un modelo admirable, hoy reconocido por su vocación de independencia y, sobre todo, por la afirmación rotunda del protagonismo de las personas y de las propias comunidades en la transformación de sus vidas y en la creación de una red de solidaridad de unas personas y grupos con otras, con frecuencia desde lugares y situaciones de vida bien distantes.

Fue una suerte para todos los que formamos Ayuda en Acción habernos embarcado en el proyecto de Gonzalo y, además, haber disfrutado de tu naturalidad y amistad. Ojalá pueda seguir cuidando aquello que puso en marcha con tantas ilusiones, amigos y compañeros. Todos te guardaremos siempre un enorme cariño y gratitud.

Jaime Montalvo Correa

Presidente de Ayuda en Acción

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