Francisco subraya el compromiso de la Iglesia de hacer justicia a las víctimas de abuso

Dijo que aunque «la acción judicial no es suficiente para frenar el fenómeno, es necesaria para restablecer la justicia, reparar el escándalo y enmendar al delincuente»

El Papa Francisco en una imagen de archivo AFP

Javier Martínez-Brocal

El Papa Francisco ha subrayado este viernes 21 de enero que «la Iglesia prosigue con determinación su compromiso de hacer justicia a las víctimas de abusos por parte de sus miembros, aplicando con especial cuidado y rigor la legislación canónica prevista ».

Ha sido ante todos los miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el dicasterio del Vaticano que se ocupa también de los procesos contra sacerdotes o religiosos acusados de abusos y que preside el cardenal español Luis Ladaria .

Francisco ha recordado que precisamente en diciembre actualizó «las normas sobre los delitos reservados a la Congregación para la Doctrina de la Fe, con el deseo de hacer más incisiva la acción judicial».

Esos cambios no introdujeron nuevos delitos, pero sirvieron para armonizar los procesos en esta congregación con actualización que hizo en mayo del Código de Derecho Canónico, así como cuestiones prácticas o procesales para facilitar los procesos.

La Justicia no por sí sola

El Papa ha reconocido que «la acción judicial por sí sola no puede ser suficiente para frenar el fenómeno, pero es un paso necesario para restablecer la justicia, reparar el escándalo y enmendar al delincuente».

Por otro lado, durante ese encuentro con la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Papa les ha pedido que trabajen para impulsar el reconocimiento de «la dignidad de toda persona humana».

«En nuestra época, marcada por tantas tensiones sociales, políticas e incluso sanitarias, crece la tentación de considerar al otro como un extraño o un enemigo, negándole su verdadera dignidad. Por eso, especialmente en este momento, estamos llamados a recordar que la dignidad de todo ser humano tiene un carácter intrínseco y es válida desde el momento de la concepción hasta la muerte natural», subrayó.

«La afirmación de esa dignidad es el requisito inalienable para la protección de la existencia personal y social, y también la condición necesaria para que se realice la fraternidad y la amistad social entre todos los pueblos de la tierra», añadió el Papa.

El Papa revisó otras cuestiones de las que se ocupa este dicasterio, como por ejemplo, verificar la credibilidad de fenómenos como supuestas apariciones. Francisco les pidió ser prudentes y que den «indicaciones seguras y sólidas» pues aunque reflejan «una necesidad creciente de espiritualidad», a menudo contradicen explícitamente el Evangelio.

La Congregación para la Doctrina de la Fe sigue siendo recordada como la heredera de la Inquisición. De hecho, su principal misión sigue siendo promover y defender la fe católica. Pero ahora el énfasis se coloca en la idea de promover la fe. Y es que, dijo el Papa, «sin la fe, la presencia de los creyentes en el mundo se reduciría a la de una agencia humanitaria». «La fe debe estar en el centro de la vida y la acción de todo bautizado. Y no una fe genérica o vaga, como si se tratara de un vino aguado que pierde su valor; sino una fe auténtica y directa», les pidió.

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