Los padres preadoptivos estudian ir al Constitucional
Las «dos familias» del niño preadoptado en Sueca firman un acuerdo para que no pierda el contacto
La madre biológica que recuperó a su hijo arremete contra la administración: «Merecerá la pena si esto sirve para que se desvele lo que está pasando en este país con la protección que se da a lo menores desde las instituciones públicas»
En una carta abierta firmada por María José Abeng, la madre biológica de Joan arremete contra la administración. Reconoce que se enteró del destino de su hijo «gracias a la educadora que a escondidas avisó a la madre de María José cuando se puso de parto, jugándose el puesto de trabajo», relata su abogada. Al margen de la decisión judicial las dos familias han firmado un acuerdo para que Juan Francisco nunca pierda el contacto con ninguna de las dos.
«Si esta historia sirve para que se desvele qué está pasando en este país con la protección que se da a los menores desde las instituciones públicas, y/o para que se revisen los procedimientos de entrega en preadopción y adopción de niños, en los que los servicios sociales, sin sujeción a control judicial alguno, erigiéndose éstos como los más capacitados para decidir sobre los intereses de los menores y avalados por lo que jurídicamente se considera «el interés superior del menor» hacen lo que quieren, como quieren y cuando quieren habrá valido la pena.
Si abre la puerta para que alguien se adentre en lo que pasa en los centros de acogida de toda España y/o el ninguneo de las familias biológicas cuyos hijos arrancan sin tener en cuenta que, los menores no solo tienen padre y madre, sino familia extensa.
Si se despliegan conciencias para hacer ver a la opinión pública que el sistema de protección de menores no tiene alma, sino que solo se mueve por inciertos intereses sobre los cuales nadie pide explicaciones. Entonces, todo el dolor habrá merecido la pena. Si esto sirve, para que se revise el sistema de protección de menores que a día de hoy existe, las lágrimas derramadas no serán tan espesas».
El niño verá a las dos familias
No obstante, el niño de cuatro años acogido en Sueca (Valencia) que la pasada semana fue entregado a su madre biológica tras una sentencia de la Audiencia de Asturias podrá ver a las dos familias. Ambas han llegado a un acuerdo para que el menor mantenga el contacto con sus padres preadoptivos mientras vive con su madre biológica y ya se encuentran en contacto con la abogada de ésta «para saber cómo está el niño» a la espera de que se establezcan próximas visitas.
Esta familia de Sueca recibió al pequeño cuando tenía 18 meses, después de que la madre biológica, de 14 años en ese momento, fuese tutelada por los servicios sociales de Asturias y declarasen al niño en desamparo.
Ahora, y pese al acuerdo, estudian recurrir la resolución judicial al Tribunal Constitucional para que el menor regrese con ellos. Sería el siguiente paso después de que el Tribunal Supremo no admitiera el recurso, sin entrar en el fondo, y como respuesta a una cuestión formal, ya que contra este tipo de decisiones -un incidente procesal en relación a la necesidad de asentimiento en la adopción-, no cabe alegar a esta instancia.
Por su parte, la madre biológica del niño ha aprovechado para cargar contra la Administración en una carta abierta: «Si esta historia sirve para que se desvele qué está pasando en este país con la protección que se da a los menores desde las instituciones públicas; si abre la puerta para que alguien se adentre en lo que pasa en los centros de acogida de toda España y el ninguneo a las familias biológicas cuyos hijos arrancan sin tener en cuenta que éstos no solo tienen padre y madre, sino familia extensa; si se despliegan conciencias para hacer ver que el sistema de protección de menores solo se mueve por inciertos intereses; entonces, todo el dolor habrá merecido la pena.